Quizás una de las pocas virtudes de la pandemia del coronavirus, además de darle un respiro a la vida y al planeta, ha sido la de desnudar las debilidades, injusticias, contradicciones y mezquindades de los Estados y sus gobiernos. El favorecimiento de las grandes empresas, el sector financiero, las clases dominantes, la corrupción. Nos permitió vislumbrar la miseria de los menos favorecidos, la mezquindad de los salarios, las paupérrimas ayudas a las familias más necesitadas, el abandono y piltrafas de los barrios marginales, la carencia de vivienda, de transporte, de servicios públicos, de calles, de hospitales, de salud. Las injusticias y ceguera de un mundo movilizado solamente por los intereses del Capitalismo Neoliberal, especulador y rentista, como lo califica Juan Manuel Ospina en su artículo.
Una Colombia sin políticas de desarrollo exportador ambiciosas y fundamentadas sólidamente en un aparato productivo y tecnológico que saque al país de una desindustrialización prematura y un sector agropecuario obsoleto, desamparado y débil; abrazado todo por el mayor problema estructural colombiano, la oprobiosa Desigualdad, de acuerdo con José Antonio Ocampo. Una economía exportadora fundamentada en la explotación de petróleo y dentro de socavones de carbón, como en la edad de las cavernas; ahora más obscuras pretendiendo el fracking. En contraposición a las inaplazables y urgentes políticas requeridas para solucionar la problemática de la matriz energética nacional, su reconversión y transición hacia sistemas de producción de energías renovables, no contaminadoras, dentro del marco conceptual de la deuda con las huellas de carbono y del aterrador cambio climático planetario, en concordancia con las acertadas reflexiones de Amilkar Acosta.
En el capítulo Economía Política de La Pandemia, Juan Camilo Restrepo resume diez artículos que ha escrito durante los primeros meses de la crisis. Analiza el gasto público, la emergencia social, el dólar caro, los riesgos sobre la dependencia del petróleo; afirma que la Regla Fiscal no es modelar plastilina, que el gobierno debe olvidarse del ojímetro y que hable, que diga algo… Propone un Plan Marshall Criollo para encender una vela en el laberinto.
Para Juan Manuel López, el Coronavirus ocasionó un cambio telúrico como determinante del fin de una era y la eclosión de una nueva forma de vivir, acelerando el entierro del modelo neoliberal dictaminado por las reglas del mercado y la eliminación de las funciones del Estado, siguiendo los principios arcaicos de Adam Smith. Y la perversa obsesión de que el crecimiento económico es la respuesta mágica para subsanar los males del subdesarrollo, limitándose a guiarse por los indicadores macroeconómicos que tratan como externalidades los aspectos sociales y ambientales que el Estado tiene la obligatoriedad de planificar y llevar a la práctica.
No existe un mejor ejemplo que la Amazonía para ilustrar el desgobierno, la desidia, ignorancia y corrupción como las causantes del proceso de devastación, incendios, exterminio de la biodiversidad, contaminación de los ríos con mercurio, facilitaciones para la invasión de los parques nacionales, tierras baldías y el cultivo de coca, además del genocidio de las comunidades indígenas. Rafael Negret aborda estos temas considerando los valores y funciones de los servicios ambientales nacionales y planetarios, el cambio climático y la urgencia de implementar políticas para el desarrollo sostenible de la Amazonia.
¿Cómo superar el Capitalismo? es la pregunta que formula José Vicente Katarain al elaborar un magistral sumario de la obra de Thomas Piketty, Capital e Ideología, que parte de la premisa de que la Desigualdad social y todas sus implicaciones económicas, culturales, sociales, políticas, ambientales y tecnológicas provienen de la lucha de las ideologías y la búsqueda de la justicia, y no necesariamente de la lucha de clases. La historia de las sociedades esclavistas, colonialistas, capitalistas, comunistas, así lo atestiguan. Piketty supera los conceptos ortodoxos de Izquierda y Derecha porque ninguno de los dos bandos debate ideas, sino posiciones de sus principios y sectarismos ideológicos. El desafío que plantea Oveja Negra a los lectores en este libro imprescindible sobre Propuestas Económicas más allá de la Pandemia es reflexionar y discernir en qué categoría de sociedad se encuentra Colombia y para dónde vamos.
