La propaganda fue un elemento clave para que los totalitarismos pudieran difundir sus ideas políticas. Hitler y Lenin como líderes del nazismo y del fascismo, respectivamente, centraron su atención y esfuerzos en el control de los medios de comunicación; lo que les permitió manipular a la opinión pública y difundir sus ideas entre la población. Hitler, por ejemplo, creó el Ministerio de Propaganda con Joseph Goebbels a la cabeza, quien tenía la misión de asegurar que el mensaje nazi se comunicara con éxito por medio del arte, la música, el teatro, la cinematografía, los libros, la radio, los materiales educativos y la prensa. “La propaganda nos permitió conservar el poder y nos dará la posibilidad de conquistar el mundo” sostenía Hitler. Lenin por su parte, afirmaba “lo principal es la agitación y la propaganda en todas las capas del pueblo”.
En Colombia, la manipulación de la opinión pública y la difusión de las ideas del régimen de Duque están a cargo —entre otros medios de comunicación como RCN, Caracol, etcétera— de la Revista Semana, con Vicky Dávila a la cabeza. Esta periodista ha demostrado una ferviente devoción y obediencia a la doctrina e ideología uribista. Solo basta fijar la mirada en el titular y en las imágenes que acompañan la portada de la revista en la semana del 23 al 30 de mayo. En dicha portada, una gran hoguera durante la noche sirve de fondo a la imagen del rostro de dos caras de Gustavo Petro; una de las cuales tiene un collage de imágenes de personas encapuchadas protestando de forma violenta, entre ellas una mujer, lanzando bombas molotov. Además, aparece en mayúscula y a dos colores la expresión "Petro, ¡Basta ya!" y un texto en el que se afirma su responsabilidad en la organización y materialización del paro nacional, con miras a obtener la Presidencia de la República. Gustavo Petro se ha convertido en la cara visible que sustenta la tesis de la doctrina de la Revolución Molecular Disipada del gobierno Duque.
Para Uribe-Duque lo que ha sucedido en Colombia durante el paro nacional no ha hecho más que confirmar lo que plantea su doctrina de la Revolución Molecular Disipada, pues lo que comenzó en Cali como una pequeña acción de resistencia, ha escalado, se ha masificado, ha llenado espacios y está desatando una gran revolución por todo el país. La propaganda realizada por la Revista Semana sirve para dos cosas fundamentales. La primera, para sustentar la idea que existe dentro de esta doctrina: las pequeñas acciones de resistencia no son aisladas y tienen un artífice, un organizador, en este caso, Gustavo Petro sería el artífice y el organizador del paro nacional; y la segunda, que al poner en circulación el rostro de la persona que representa la izquierda en Colombia, y para muchos el comunismo, ha colocado el detonante de la paranoia anticomunista; un viejo conocido de las dictaduras de derecha en Latinoamérica.
La utilización de la propaganda en el semanario oficial del régimen de Duque —como se conoce hoy a la Revista Semana— manipula a la opinión pública y difunde sus ideas en la población; haciendo que los sectores civiles más derechistas, como está sucediendo en estos momentos en todas las ciudades, se unan a la paranoia anticomunista apoyando, ayudando y facilitando la persecución, las desapariciones, la guerra y hasta los crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo durante el paro nacional.
Desde mi perspectiva, Vicky Dávila fue escogida y colocada estratégicamente en la presidencia de la Revista Semana, tal y como Hitler colocó a Goebbels en el Ministerio de Propaganda. Su misión, semejante a la de Goebbels, parece ser asegurar a través de la propaganda en su revista que el mensaje del régimen Uribe-Duque sea comunicado con éxito por medio de la prensa, y en general en donde este nuevo agente del mal [1] del periodismo tenga injerencia.
[1] https://twitter.com/EdwarRoldanM/status/1394466179134197763?s=20
