El afamado escritor Philip Roth describió a Trump así: “ignorante del gobierno, de la historia, de la ciencia, de la filosofía, del arte, incapaz de expresar o reconocer los matices de la sutileza, desprovisto de toda decencia y manejando un vocabulario de 77 palabras”, sin embargo este personaje casi gana las elecciones en EE. UU. De los 7 millones de votos con los que ganó Biden a Trump 5 los obtuvo en Los Ángeles y 1 en Nueva York, grandes y cosmopolitas ciudades; en los otros 48 estados la diferencia fue mínima, pero esa diferencia fue la que permitió su victoria. Los 73 millones de votos de Trump, 10 más que en las elecciones de 2016, muestran que las posiciones conservadoras y chovinistas tienen más aceptación de lo que muchos analistas pensaron. Biden, demócrata de centro derecha, estuvo disputando los votos de esta opinión conservadora. Casi con seguridad los republicanos ganarán por lo menos uno de los dos senadores que están en disputa en Georgia, estado de mayoría blanca, y posiblemente retengan la mayoría en el Senado, dado que la victoria de Biden en dicho Estado fue solo por 12.000 votos, en las elecciones de 2016 gano Trump y desde 1994 los senadores que se eligen allí han sido republicanos.
Los demócratas perdieron 9 puestos en la Cámara de Representantes, disminuyendo su mayoría, llegando a 222 escaños, con solo 4 de más para garantizar los 218 que necesitan para vencer en las votaciones.
Esto hace que el gobierno de Biden sea frágil, sujeto a un bloqueo por parte del Senado y difícilmente podrá, cuando termine su mandato a los 82 años, aspirar a una reelección. En el eventual caso de que Kamala Harris, tuviera que reemplazarlo, tendría que disputar la elección del 2024 con un poderoso Partido Republicano y posiblemente contra un Trump que demostró que “podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos”.
Los millones de votos de Trump paralizarán la posible influencia de la izquierda demócrata en el gobierno de Biden y la disputa por las franjas de centroderecha de la opinión, lo llevará a fortalecer sus posiciones conservadoras y eso se reflejará necesariamente en su política exterior.
Kamala Harris no se caracteriza en esta materia por ser propiamente moderada: es partidaria de las intervenciones de EE. UU. en el extranjero siempre que sean multilaterales, quiere terminar la guerra de Afganistán pero manteniendo allí soldados para apoyar al régimen actual, quiere mantener la intervención en Siria y apoya la agenda israelí para el Oriente Medio.
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Kamala Harris no se caracteriza en por ser propiamente moderada: es partidaria de las intervenciones de EE. UU. en el extranjero siempre que sean multilaterales
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La presentación del equipo que manejará la política exterior de EE. UU. evidencia que mantendrá no solo los enfoques aplicados por Barak Obama sino incluso ya incorporó al gobierno una buena parte de sus cercanos asesores. El nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, de las entrañas del complejo militar industrial, es una persona que piensa que “El mundo no se gobierna a sí mismo. Si Estados Unidos abdica su papel de liderazgo en dar forma a las reglas e instituciones –y movilizar a otros a defenderlos– una de dos cosas sucederán: algún otro poder o poderes entrarán y moverán al mundo” con esto se refiere a Rusia y China, fue entusiasta activo del golpe de Estado en Ucrania. Es partidario de la táctica de zanahoria y garrote en la relación con Cuba y Venezuela, asesoró a Biden cuando este último apoyó la invasión a Irak y se quejó de que EE. UU. no hubiera enviado más tropas a Siria. Todo el equipo de relaciones internacionales de Biden trabajó con Obama y apoyó sus guerras.
Así como en la edad de oro de la globalización esta fue utilizada por EE. UU. para acrecentar su hegemonía mundial y el gobierno de Trump simbolizó de cierta manera su fracaso en este empeño, preconizado regreso al multilateralismo por parte de Biden, es el reconocimiento de que sin alianzas y sin involucrar a otros países en sus aventuras y guerras, EE. UU. puede continuar perdiendo su liderazgo y predominio mundial
Publicada originalmente el 7 de diciembre 2020
