Flota entre Rusia y la Europa del Este y añora desde siempre poder tener una vida independiente, y la soberanía de cualquier nación libre que le garantice establecer acuerdos económicos y estar abierta al juego político internacional.
El pueblo de Ucrania viene luchando desde hace años por su autonomía, libre de injerencias exteriores. Primero fue la revolución naranja en 2004 que pedía eliminar la corrupción electoral y luego el llamado Euromaidán, unas protestas masivas a favor de la Unión Europea (UE) que derrocaron al presidente prorruso Víktor Yanukóvich en febrero de 2014.
Con la disolución de la Unión Soviética en 1991 Ucrania se convirtió en un país independiente. Durante setenta años había hecho parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas que tuvo su origen en la Revolución de octubre de 1917, cuando los bolcheviques derrocaron al zar Nicolás II.
Tras un largo acercamiento a la UE, en el período del presidente Yúshchenko, su sucesor Yanukóvich decidió dar la espalda a Europa. Renuncia a un acuerdo de asociación propuesto por la Unión Europea, que se ha negado a concederle un préstamo de 20.000 millones de euros. Ucrania estaba dividida entre este proyecto de integración económica europea y una propuesta rusa de unión aduanera. Esto encendió la chispa de las manifestaciones en el país.
Las protestas se organizan en la Plaza de la Independencia, que da nombre al movimiento, ‘Maïdan’ que significa plaza. Entre los opositores proeuropeos están la exprimera ministra Yulia Timoshenko y el boxeador Vitali Klitschkov. El canciller ruso Sergei Lavrov denunció injerencia extranjera en las protestas.
Putin anunció el levantamiento de las barreras aduaneras entre ambos países, una reducción del precio del gas y un préstamo de 15.000 millones de dólares. Aun así, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales se vuelven feroces. Febrero se convierte en un mes sangriento, con cerca de 100 muertos entre los manifestantes, que desean la membresía a Europa ya mismo.
El 22 de ese mes Yanukovich es depuesto por el Parlamento. Putin denuncia un golpe de Estado y declara: “Rusia se reserva el derecho a utilizar todas las opciones disponibles, incluida la fuerza como último recurso”.
En marzo hay enfrentamientos entre activistas prorrusos y antirrusos en Simferopol, la capital de Crimea. Que para Rusia es estratégica, en Sebastopol tiene su flota naval y dos aeropuertos militares en Kacha y Simferopol. El 16 de marzo se votó masivamente un referéndum a favor de la vinculación a Rusia. El 18 de marzo Vladimir Putin firma el proyecto de ley que vincula Crimea con Rusia y Moscú recupera el control de las bases militares ucranianas.
El 7 de abril comienza la guerra del Dombass. Los rebeldes prorrusos son apoyados y armados por Moscu. Kiev despliega su ejército y también milicias, de ultraderecha como ‘Pravy Sektor’.
El 25 de mayo Petro Poroshenko es elegido presidente y anuncia que está trabajando en un plan de paz.
El 5 de septiembre se firma Minsk I un alto el fuego que terminó en semifracaso ya que los combates disminuyen en intensidad, pero continúan.
El 23 de diciembre el Parlamento ucraniano vota a favor del ingreso en la OTAN. Esto provoca consternación en Moscú. Lavrov habla de que la medida “exacerbará el clima de confrontación”.
El 12 de febrero de 2015 se firma en Minsk, capital de Bielorrusia, Minsk II, además del alto el fuego, acuerdan la retirada de armamento pesado en ambos bandos, los prorrusos y los ucranianos. Este segundo acuerdo de paz también es fallido. Las dos partes se acusan de mutuo incumplimiento.
En los años siguientes el conflicto se estanca y entra en un período de congelamiento. Hay períodos de tregua, seguidos de luchas y ceses de alto el fuego.
El 31 de agosto de 2018, el presidente de la autoproclamada república de Donetsk, Alexander Zakhartchenko, separatista ucraniano prorruso, es asesinado.
El 20 de mayo de 2019, Volodímir Zelenski triunfa sobre Petro Poroshenko y le sucede al frente del país. Los dos hombres inician una guerra de intereses personales. Zelenski declara que su peor enemigo es Vladimir Putin.
El presidente Zelenski, durante 2020, impulsa el plan de vinculación a la OTAN. El 1 de abril de 2021, Zelenski acusa a Rusia de concentrar tropas en las fronteras de Ucrania. Rusia dice que el ejercicio es una respuesta a las “provocaciones” ucranianas.
En noviembre de 2021 Rusia realiza maniobras militares cerca de la frontera con Ucrania. Vladimir Putin anuncia sus exigencias, entre ellas la garantía de que Ucrania nunca entrará en la OTAN. Joe Biden agita la amenaza de sanciones en caso de invasión a Ucrania: el gasoducto Nord Stream 2 podría no entrar en funcionamiento.
El 20 de febrero de 2022, en horas de la noche, discurso de Vladimir Putin, anuncia finalmente que reconoce la independencia de los territorios separatistas prorrusos.
El 24 de febrero, al amanecer, anuncia el presidente ruso el inicio de la “operación militar especial” en Ucrania, con el propósito de desmilitarizar y desnazificar al país. Piensa que Ucrania es un “Estado fallido”.