El país ha sido reconocido como una economía emergente con alto potencial, los niveles de desarrollo se siguen concentrando en el objetivo referencial de crecimiento y superación tras pasar por una evidente crisis mundial siendo uno de los pocos gobiernos cuya afectación fue mínima gracias a los planes políticos de protección que consistieron en reducir los gastos públicos y detonar las acciones institucionales encaminadas a defender la economía.
Colombia se muestra como un país llamativo por su capacidad, eficiencia y producción para inversionistas y el mercado global desde los distintos sectores económicos. Por factores como la confianza de los consumidores y el incremento de la inversión extranjera, el país es uno de los mejores desempeños económicos entre 182 naciones. “La economía colombiana creció en un 4%, lo cual nos posiciona como una de las economías más dinámicas a nivel internacional porque hoy el mundo está en una gran crisis”, así se pronunció Mauricio Cárdenas calificando la situación.
Aunque los informes y resultados son muy positivos, con el crecimiento económico no se puede ser complaciente y es necesario fortalecer los sectores agropecuario e industrial que se han visto afectados por la tasa de cambio y la coyuntura internacional. La estabilidad macro-económica es una condición necesaria pero no suficiente para que se despegue el crecimiento, pues este requiere de condiciones adicionales. Depende de la vigencia de diversidad de factores, tales como la acumulación de capital físico y humano, productividad, innovación y un marco institucional adecuado.
Muchos gobiernos han adoptado sistemas de libre mercado, lo cual ha aumentado ampliamente su propio potencial productivo y creado una mirada a nuevas oportunidades para el comercio y la inversión en el plano internacional promoviendo el desarrollo de estrategias con el fin de mejorar su rendimiento en aspectos de industria, comercio, etc. No obstante, afectan las finanzas nacionales porque implican recortes presupuestales en inversión social para destinar recursos a estos nuevos propósitos, a su vez se genera una dependencia mayor en el exterior y además estamos sujetos a sufrir los desequilibrios financieros provocando por la volatilidad de capital que como consecuencia, va afectando el nivel de vida de los habitantes.
Siendo éste un sistema cada vez más predominante, es necesario que se encamine hacia la búsqueda del bienestar humano, las soluciones a los problemas y necesidades sociales de las naciones que constantemente van tomando rumbo a nuevos estilos de vida, modos de pensar, actuar y subsistir en contextos ya no tan tradicionales donde la economía debe adaptarse a un consumo cada vez más diferenciado.