Los profesores de la Universidad del Tolima, reunidos en asamblea informativa el pasado 26 de mayo de los corrientes, deliberamos sobre la actual situación de la Institución y llegamos a las siguientes conclusiones, que transmitimos a la comunidad universitaria y a la opinión pública:
- Nos preocupa la delicada situación financiera de la Universidad, por lo cual exigimos a la administración y al CSU tomar medidas urgentes que ataquen el déficit financiero. Si bien las recientes medidas de alivio implementadas sirvieron para subsanar la deuda (pasamos de $24 mil millones en septiembre de 2016 a $7 mil millones en mayo de 2017), vemos con preocupación que el déficit diario estimado para 2017 se acerca a $63 millones, lo cual nos vuelve a colocar ante una indeseable situación de impago de futuros salarios y primas.
- Llamamos a la administración y al CSU a implementar medidas urgentes que nos permitan seguir ahorrando en costos fijos y generar recursos frescos. Apoyamos los procesos de reforma académica, estatutaria y administrativa, cuyos insumos se encuentran en la propuesta de Reforma Profunda, pero también invitamos a que se exploren estrategias que —sin ir en contravía de la autonomía universitaria ni de la misión de la Universidad— generen nuevos recursos en el corto, mediano y largo plazo.
- Respaldamos a los colegas que han asumido las direcciones de programa, secretarías académicas y direcciones de departamento de las facultades, en consonancia con la propuesta de Reforma Profunda. En ese sentido, rechazamos enérgicamente las acusaciones injuriosas de un sector minoritario de profesores que señala a estos docentes como “cuotas” de la actual administración. Por otra parte, tampoco aceptamos que el señor Rector realice cambios en las direcciones de programa atendiendo exclusivamente a criterios financieros en desmedro de lo académico.
- Solicitamos al señor Rector, Omar Mejía Patiño, y al Consejo Superior Universitario (CSU), que exijan a los entes de control investigaciones concluyentes sobre los responsables de la crisis financiera de la Universidad del Tolima. La comunidad universitaria y la opinión pública tolimense necesita conocer los hechos que explicarían el despilfarro de más de $46 mil millones, e identificar a los responsables del mal manejo de estos recursos, los cuales deben asumir las consecuencias a que haya lugar.
- Saludamos las reivindicaciones de los estudiantes, acompañamos sus exigencias por calidad académica, el pago de la deuda histórica de la Gobernación y la construcción autónoma de su Estatuto. Sin embargo, llamamos respetuosamente a reconsiderar las formas de protesta que están usando para exigir el cumplimiento de estas demandas, en el entendido de que la exigencia del pago de la deuda histórica, el restablecimiento de las condiciones de calidad y la creación del Estatuto, no podrán resolverse en el corto plazo. Por lo anterior, les sugerimos que exploren otras medidas que les permitan de manera inmediata entablar interlocución con la administración central. De la misma manera, le pedimos respetuosamente a sus representantes en los Consejos Académico y Superior, y al señor Rector, atender el llamado legítimo de los estudiantes.
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