“Una sociedad que no conoce su historia está condenada a repetirla”, refrán de la cultura popular que nos recuerda la importancia de la memoria histórica. Sin embargo, hay quienes no les interesa hacer caso a refranes antiquísimos y certeros. Los señores de Prisa, propietarios de Caracol Radio, retirarán de su parrilla de programación el fantástico programa de la profesora Diana Uribe, La historia del mundo, el cual se ha vuelto un icono de la radio colombiana, de aquella escasísima radio educativa de nuestro país.
Cada domingo, desde que tengo 12 años, escucho a Diana Uribe en sus tertulias dominicales sobre la historia del mundo, prácticamente es un plan personal para las aburridas mañanas domingueras, y de hecho es la única oportunidad en donde utilizo la frecuencia radial, porque yo, como la inmensa mayoría de los ciudadanos, nos hemos movilizado a otros medios de comunicación más independientes, más imparciales, más creíbles, como aquella prensa libre que está en la internet. Por eso me niego a imaginar qué pasa por la cabeza de estos ejecutivos de Prisa al querer retirar uno de sus últimos programas de calidad.
Profesora Diana Uribe, esto no puede ser un adiós, esta debe ser la oportunidad para reinventarse, para lanzarse a través de una plataforma digital. Seguramente si necesita financiación podrá montar un Vaki o un crowdfunding. De mi parte tendrá una donación, y seguramente de miles de oyentes que valoramos su programa y su aporte a la democratización de la historia colombiana y del mundo, porque no hay nada más terrible que una historia no contada, tergiversada o eliminada.
En estos tiempos donde todo lo que huele a cultura es estigmatizado por los mercaderes de la información, se vuelve necesario ampliar el acceso a los medios culturales y a sus iconos, como lo es Diana Uribe. Por eso todos debemos apoyar cualquier iniciativa que quisiera emprender la profesora en pro de no engavetar una delicia de plan como es escuchar sus maravillosas historias.
Y para cerrar comparto esta frase célebre de Cicerón: “No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños”.
¡Viva la historia!