Querido Colega:
He seguido de cerca el proceso formativo de mis alumnas, principalmente de básica primaria. Dentro de sus elementos educativos circulan muchas de sus fotografías convertidas en cuadernos cosidos o argollados, donde en pose algo “interesante y coqueta” invita a comprar sus artilugios.
Todo el día van de aquí para allá con sus cuadernos 'malumescos'. Escriben en ellos, arrancan hojas y plasman sus pensamientos. Al principio creí que el proceso de identificación con el cuaderno como significante, iba a tener mayor significado en estudiantes adolescentes y pre-adolescentes, entre los 11 y los 17.
Pero haciendo un seguimiento riguroso a las maneras de asociación con su producto, me he encontrado con que sus mayores compradoras están entre las niñas de 6 a 10 años, quien no se cansan de corear todo el día “la vida es un carnaval”. Pero colega ya que usted están importante en el medio educativo quisiera hacerle las siguientes apreciaciones:
- Qué tal si cambia su atuendo por una apariencia más científica.
- En lugar de usar una chaqueta de cuero sintético, se pone unas gafas y una bata de laboratorio color blanco y un microscopio para hacer más atractivo escribir apuntes de ciencias naturales en sus cuadernos.
- Que su lenguaje no verbal, es decir su kinésica, adopte posturas que convoquen a la reflexión del conocimiento. Puede ponerse un chitón (túnica griega) acompañado de un cinturón y en las manos una de las grandes obras de la filosofía, recomendaría la fenomenología del espíritu o la República de Platón.
- Sería bueno incluir el esquema tradicional de las tablas de multiplicar o la tabla de los elementos químicos en la contraportada, con eso los estudiantes no se ven en la necesidad de preocuparse por prestar atención en clase de matemáticas mientras observan su rostro.
- Sería una buena herramienta gramatical incluir errores ortográficos son su respectiva corrección. “Ves a Maluma en televisión o de vez en cuando lees un libro”.
- En lugar de su firma o mensajes de fina sensibilidad, “seré tu ángel guardián, tu mejor compañía. TOMA FUERTE MI MANO, te enseñare a volar…” podría decir: seré tu mejor compañía en los exámenes finales, esfuérzate por aprender, toma mi mano y descubramos juntos el conocimiento.
Tenga en cuenta colega que en este país, en donde la labor docente es pauperizada, una línea de cuadernos que significan tantas cosas en niños y jóvenes no solo cumple una función de marketing, sino que siempre hay un mensaje oculto detrás de los signos. Desde un análisis crítico del discurso, busquemos no seguir legitimando el estereotipo de hombre “afamado y exitoso”, reproduzcamos la imagen de un hombre afamado, exitoso y comprometido con la educación de este país. Mucho de lo que representan sus cuadernos en muchas de las estudiantes es poder casarse algún día con alguien como usted.
Gracias por la atención prestada y espero su carrera artística le dé un vuelco estético a la imagen que reproducen muchos de los cantantes del genero urbano.
