¡Por favor no lo haga! Eso le hubiera dicho de haber estado en Manizales a Francisco Maturana, aquel central histórico del Nacional del 70, que como técnico escribió con letras de oro parte de la leyenda de los 80 y 90 de nuestra Selección Colombia.
Fue bajo su batuta que volvimos a un mundial 28 años después, alcanzamos la primera libertadores en tiempos de los puros criollos y ganamos nuestro único título de mayores a la fecha.
En el plano local con clubes también tuvo éxito, fue campeón con América. Sin embargo algunas de sus experiencias internacionales y alguna local no contaron con el mismo destino. Además, hizo parte de una travesía cafetera en el Real Valladolid, donde lo más recordado fue un tacto de Michel a los genitales del Pibe, pero no más. Lidió con el genio de Jesús Gil y Gil en el Atlético de Madrid, exploró tierras árabes y dirigió en el fútbol argentino.
Con todo ese trasegar y sus logros, que no se los quita nadie, se ha ganado un lugar en el selecto Sanedrín de asesores FIFA. Desde ese Olimpo decide bajar a untarse de táctica, entrenamientos y de gramilla una vez más, volver a los orígenes. Es así como el doctor Maturana decide enrolarse como director técnico del Once Caldas, su primera aventura de banquillo.
¿Por qué no volver si el fútbol es el mismo?, ¿por qué no volver si Aragonés le dio un título a la roja con más calendarios que los que hoy tiene el nacido en Quibdó?, ¿por qué no volver si el medio lo conoce y vivió como nadie cada cancha del país?
Pero también, ¿a qué volver? El equipo no es el mismo del pasado, arrastra un puntaje nefasto de otras campañas que lo complica en el descenso. Del campeón de América de 2004 queda la copa y el sultán Soto.
Plata no es, reconocimiento ya lo tiene, entonces a qué volver. ¿Cuál puede ser la impotencia de este hábil estratega que logró lo que muy pocos han logrado?
El ejercicio no fue el mejor, los resultados no lo acompañaron y este momento actual, resultadista, no dio compás de espera a un proyecto y la situación se hizo insostenible.
De nuevo, ¿qué cambió si siguen siendo once con once?, ¿qué es lo nuevo del fútbol?, ¿cómo logra llevar sus ideas a la cabeza de jugadores que no habían nacido cuando él ya había alzado una Copa Libertadores en el Campín?
Ahora viendo esa realidad, denunciando "payola", decide dar un paso al costado. Créame que desde hoy voy a orar para que el "blanco blanco" no descienda y nadie nunca le adjudique a usted un descenso que no le pertenece.