Aunque la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, decidió meterle el diente a la corrupción que se estaría presentando en la contratación adelantada para enfrentar la emergencia nacional por el COVID-19 al crear un "equipo élite" junto a la Secretaría de Transparencia, su propuesta de integrarse a la labor que vienen adelantando Fiscalía, Procuraduría y Contraloría no cayó muy bien. Los jefes de los tres organismos —Francisco Barbosa, Fernando Carrillo y Felipe Córdoba— le recordaron a la vicepresidenta que ellos ya vienen trabajando de manera autónoma en las investigaciones y no harán parte de su equipo élite.
Carrillo, Barbosa y Córdoba pusieron por delante la independencia de las entidades frente al gobierno nacional y dejaron claro que no trabajan para este. Desde que comenzó la emergencia por la pandemia, los tres funcionarios también crearon su propio bloque investigativo y de control. Por su parte, la vicepresidenta Ramírez seguirá trabajando de la mano con Beatriz Elena Londoño, secretaria de Transparencia, recibiendo denuncias y poniéndole el ojo a la contratación exprés que se habilitó con el decreto 417 de 2020.