Hace ya 46 años un grupo de cultivadores de caña de azúcar en el valle geográfico del río Cauca se unieron para asegurar el desarrollo del sector, mejorar la productividad del cultivo en las mejores condiciones sociales posibles. El 15 de junio de 1973 cultivadores nació Procaña. Sus retos se han ido acoplando a las exigencias de los tiempos y con los años se convirtió en responsable de mantener actualizada la información del sector, proteger las condiciones contractuales de los agricultores con los ingenios y promover mejores prácticas agrícolas en el cultivo de la caña de azúcar.
El año 2003 significó un momento de cambio. Con la expectativa del inicio de la producción de alcohol carburante, Procaña se propuso avanzar en el estudio del negocio con visitas a experiencias exitosas de la industria surcroalcoholera de Brasil. El gobierno de Álvaro Uribe apoyo con fuerza esta ruta hacia la producción de etanol y en el 2006 Procaña presentó ya un proyecto de factibilidad de producción de etanol en el Valle del Cauca con una banca de inversión internacional (2006) y luego el estudio de prefactibilidad para montaje de planta de etanol propiedad de agricultores.
En noviembre de 2010, Procaña realizó el ‘Congreso Internacional de Cultivadores de Caña’ que con una importante presencia extranjera abrió muchos horizontes y un año después, por iniciativa del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, conformó la Cadena de la Caña de Azúcar con la participación de Cenicaña, Procaña, Azucari y Asocaña con el objetivo de construir estrategias para aprovechar las oportunidades de los tratados de libre comercio, mejorar la productividad y la competitividad y propender por la permanencia de los instrumentos de política para el sector.
Para responder a los nuevos escenarios, en septiembre de 2011 la asamblea de afiliados aprobó la creación del ‘Fondo por la Sostenibilidad del Sector de la Caña de Azúcar’. El tema ambiental entraba al orden del día. Se buscaba contribuir a fortalecer la conciencia por la sostenibilidad, participando en procesos concertados en lo social, lo ambiental y lo económico en el valle geográfico del río Cauca y responder a los estándares internacionales que los mercados cada vez más exigentes requieren. Pronto estaría participando Procaña, en el 2012, en los eventos anuales de Bonsucro y WABCG realizados en Londres.
Animados por estos nuevos escenarios, en marzo del 2013 realizaron en Cali el seminario internacional ‘Impacto de la Sostenibilidad en la Rentabilidad del Sector de la Caña de Azúcar’ y producto de este encuentro, nace al finalizar del año el Fondo Cultiva, un hito en el sector. Su propósito era apoyar el desarrollo productivo y sostenible del sector agroindustrial de la Caña de Azúcar, generando procesos de entrenamiento integral en prácticas agrícolas eficientes y respetuosas del medio ambiente, que contribuyan a mejorar las condiciones, la calidad de vida de las comunidades y trabajadores optimizando la productividad y rentabilidad de toda la cadena de valor.
Mantener una dinámica de conocimiento y de actualización académica y tecnológica ha sido una preocupación del gremio que no duda en crear espacios de intercambio de experiencias como ‘Expocaña Internacional’ y el seminario internacional ‘Negocios con valor agregado en caña: etanol, energía y recuperación de la capacidad productiva del suelo’, en el 2015 que reunió más de 220 cañicultores y representantes de los ingenios ubicados en el valle geográfico del río Cauca.
El apoyo a la producción sostenible como uno de los ejes de Procaña había despegado y se definió una estrategia de cara al 2020. Surge entonces el Proyecto Fénix, cuyo objetivo es recorrer el camino de la sostenibilidad con los cultivadores de caña de azúcar en Colombia, entendiendo sostenibilidad como la capacidad de continuar el negocio en el tiempo. Fénix es un proyecto que incluye tres etapas: transformación, creación de capacidad y masificación. En su primera etapa, denominada “transformación”, se realizó una alianza estratégica entre Procaña, Solidaridad, Avenzza, Cenicaña y los ingenios Manuelita y La Cabaña, con el apoyo del Ministerio de Agricultura para adaptar la herramienta “Horizonte Rural de Solidaridad”, plataforma tecnológica de autoevaluación que promueve el mejoramiento de la producción de caña de azúcar sostenible para aplicarla al contexto colombiano.
La voz de los cañicultores colombianos ha tenido cada vez un eco internacional mayor y en 2016, WABCG, la Asociación Mundial de Productores de Caña y Remolacha Azucarera (The World Association of Beet and Cane Growers) realizado en Versalles, Francia, eligió a la directora ejecutiva de Procaña, Martha Betancourt Morales, como representante de la caña y sustitutos a nivel mundial, junto a delegados de Tanzania, México, Costa de Marfil, Brasil e India.
El trabajo de investigación y práctica posibilitado por el Proyecto Fénix permitió publicar la Guía de Caña Sostenible para Colombia y del Diagnóstico de Desempeño. Posteriormente, un trabajo que contó con el apoyo del grupo técnico conformado por Cañicultores, Avenzza, Cenicaña, Ingenios La Cabaña y Manuelita, Ministerio de Agricultura y Solidaridad.
En el 2017, contando con el apoyo adicional del Fondo Cultiva y la CVC, se desarrolló el Plan de Acción, puesto a prueba por 17 cañicultores, que siguieron las directrices de la guía y otros 50 cañicultores se vincularon al proyecto para recibir el diagnóstico confidencial, el plan de acción y participar en talleres sobre prácticas productivas sostenibles en manejo de suelos y agua.
Para 2018, se realiza la fase 3 en la que se implementará el Plan de Acción de los productores de caña vinculados, a través de visitas de seguimiento y medición del avance en la adopción de prácticas de gestión y producción de caña sostenible.
El Proyecto Fénix de Procaña ha abierto un camino irreversible para el sector de los cañicultores, decididos cada vez más a lograr una transición del sector de la caña de azúcar de Colombia hacia una producción agrícola sostenible, tan eficiente como respetuosa con el medio ambiente.