A pesar de la importancia de las pensiones, que están soportadas bajo principios constitucionales y se encuentra amparadas entre los derechos fundamentales por su conexidad con el derecho al trabajo, hemos visto la creciente preocupación porque problemas de baja cobertura, desigualdad e insostenibilidad afectan y amenazan el sistema pensional en Colombia.
Pero para entender esta problemática, se hace necesario analizar varios puntos de vista que han dado con la declive de las pensiones en Colombia. Primero, debemos remontarnos a 1967. La génesis del sistema pensional con el ISS, el cual fue planeado con una tasa de cotización del 6.0%, y se incrementaría escalonadamente cada 5 años hasta llegar al año 2000, con una tasa del 20%, nunca ocurrió. Esto se sumó al hueco fiscal creado por el gobierno de Pastrana Borrero, quien de manera autoritaria decidió suprimir el 1.5% correspondiente al aporte del estado a las pensiones, condenando al sistema al traste económico.
Es también contradictorio que en el país la tasa de cotización se encuentre establecida en el 16%, mientras que la tasa de cotización mundial oscila entre el 18 y 20%, lo que induce a menos aportes de los trabajadores para la sostenibilidad del sistema y se transforma en mayores subsidios por parte del estado para garantizar su viabilidad. El monto del valor de la pensión se encuentra entre el 65 y el 85% del ingreso base de cotización, lo que significa que el Estado debe subsidiar el 49 y el 69% del valor de las pensiones.
También es de público conocimiento que en nuestro país carecemos de enseñanza en la cultura de la seguridad social. Por eso encontramos cifras alarmantes que nos plantean que solo un tercio de la población apta se encuentra afiliada al sistema, además del aumento de casos donde los trabajadores y/o empleadores utilizan artimañas para evadir o pagar menos en las cotizaciones, condenando al sistema a la crisis financiera y su insostenibilidad.
Debido a estos agravantes y sumado al aumento de la esperanza de vida, el crecimiento de la tasa de desempleo e informalidad se hace imperativo. Por esta razón, es necesaria una reforma pensional integral que garantice el sostenimiento y viabilidad económica del sistema. De lo contrario, de los 7.7 millones de trabajadores que cotizan o ahorran activamente en el sistema General de Pensiones, solo 2 millones tendrán la posibilidad de disfrutar de su pensión, creando con esto un caos social en el país.
Por eso sin ser experto en el tema y conocer a fondo el sistema general de pensiones, creo que en Colombia se hace necesario establecer el Sistema de Pilares en Pensiones, el cual consiste en seguir con los 2 sistemas actuales, el público y privado, pero con algunos cambios, donde el sistema público asuma una pensión mínima, garantizando la pensión a la inmensa mayoría de colombianos y en el sector privado se pensionen con el excedente de sus cotizaciones. En otras palabras, que se reconozca a cada quien lo que ahorró y programó para su vida como pensionado.
Si no realizamos esta reforma integral de manera urgente y rápida, estamos propensos a que el Sistema General de Pensiones colapse, se vuelva inviable en términos financieros condenando a nuestros hijos y nietos a trabajar incansablemente para costear el pago de nuestras mesadas pensionales, sin saber a ciencia cierta si ellos, tendrán la posibilidad de contar con el beneficio de pensionarse.