Por motivos de la pandemia han cambiado las condiciones laborales de muchas personas. La modalidad de trabajo virtual ha beneficiado a algunos sectores, pero la rama judicial se ha visto afectada y entorpecida en esa transición a los medios digitales.
Las características del derecho penal acusatorio adversarial lo hacen vulnerable a distintas situaciones que pueden ser aprovechadas en pro del delincuente. Las figuras de vencimiento de términos o irregularidades en las capturas o en el custodio de las evidencias puede fácilmente concluir en la libertad de una persona a pesar de ser capturada en flagrancia.
Las condiciones particulares de la pandemia han dificultado el desarrollo normal de los procesos judiciales los cuales se han represado por la sobrecarga que tienen los funcionarios, al día fácilmente se pueden recibir 20 procesos y cada uno debe ser estudiado con detalle, ya que de ello puede depender la libertad de una persona.
Por otro lado, la virtualidad afecta negativamente el desarrollo de las audiencias. En muchos casos las personas no cuentan con los medios para poder conectarse y estar presente, bien sea un abogado, un fiscal, un acusado o un juez, todos son susceptibles a tener fallas técnicas y cuando estas situaciones suceden se deben aplazar las audiencias y esto puede llevar a que el proceso de una persona acusada de violación pueda quedar en libertad gracias a la dilatación del proceso.
Es vital para la ciudadanía que se fortalezca la rama judicial, se reconoce el valor de invertir en elementos de defensa para mitigar la delincuencia y el narcotráfico, pero no tiene sentido si no se tienen los mecanismos judiciales apropiados para hacer cumplir la justicia y las leyes de Colombia.
Hace poco se dio a conocer un video de una fiscal que se negaba a recibir a una persona detenida por tener posesión de un celular hurtado. La polémica creció por la actitud de la fiscal, ciertamente fue grosera con el uniformado, pero ella también es víctima de un sistema judicial ineficaz que le exige a los funcionarios resultados en plazos de tiempo que son poco realistas.
Se debe aumentar el número de funcionarios que ayudan a resolver los problemas judiciales de Colombia, es bueno tener muchos policías, pero de nada sirve si tenemos un sistema judicial que humanamente no está en condiciones para dar la talla.