Principales problemas asociados al medio natural y el espacio público

Principales problemas asociados al medio natural y el espacio público

Planes de Ordenamiento Territorial (POT) deben eliminar restricciones para los ciudadanos discapacitados que habitan en las estructuras urbanas de los municipios

Por: Édgar Pérez Contreras
diciembre 26, 2023
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Principales problemas asociados al medio natural y el espacio público
Fotografía: Canva

Los espacios públicos desde el punto de vista del concepto urbanístico son aquellas áreas, generalmente abiertas, que hacen posible las reuniones, tránsito, recreación al aire libre, vista a edificios y paisajes diversos de la gente en las ciudades. El arquitecto y planificador urbano Hans Rother, expresaba lo siguiente:

Las reflexiones, estudios y acciones respecto del espacio público convergen, casi angustiosamente, hacia las áreas centrales de las metrópolis, aun cuando se extiendan a todos los sectores y ciudades, ya sea mediante la creación de parques, apertura forzosa de terrenos rurales para la recreación...”

Las funciones del espacio públicos son producir, articular o generar procesos colectivos de intercambio, identidad y diferenciación social, cultural, económica y política. La lógica que los gobierna es la del bienestar colectivo, de ahí que su apropiación se corresponda con este carácter.

La Corte Constitucional, con Ponencia del Magistrado Simón Rodríguez Rodríguez (Fecha: agosto 25 de 1992) manifiesto sobre el derecho al espacio público:

El espacio público es un derecho colectivo, pues, todo habitante es titular del derecho de utilizar los bienes de que se compone, esto es, los inmuebles públicos y los aspectos de arquitectura y naturales de los inmuebles privados, todos los cuales tienen por finalidad proveer a las necesidades comunes de tránsito, recreación, tranquilidad, seguridad, conservación del patrimonio histórico, cultural, religioso y artístico; cuando tales bienes dejan de servir a la comunidad, todos y cada uno de sus integrantes se ven perjudicados.

Debemos recordar que existe una gran variedad de espacios públicos. En urbanismo es, toda área que no sea privada. El decreto 1504 del 4 de agosto de 1998, reglamenta el manejo del espacio público en los planes de ordenamiento territorial, donde existe una definición cuidadosa y acertada (artículo 2). Dice así:

Decreto 1504 de 199, art. 2. El espacio público es el conjunto de inmuebles públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados destinados por naturaleza, usos o afectación a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas que trascienden los límites de los intereses individuales de los habitantes.

Colombia tiene una extensión de 114 millones de hectáreas, que equivalen a 1.140.000 kilómetros cuadros. Las áreas urbanas de las ciudades ocupan una superficie de 369.879 hectáreas que equivalen al 0,32% del territorio total colombiano, donde se concentra el 77,1% del total de la población. El área rural ocupa el 99,6% del territorio y es habitado por el 22,9% de la población. Estas características de ocupación global responden a la intensa dinámica de urbanización experimentada por la estructura urbana y las áreas metropolitanas de Colombia que entre las décadas de los años 70 y 80 generó algunos de los rasgos dominantes de la estructura urbana de hoy.

La forma de ocupación del territorio urbano no se ha dado en correspondencia con las características geográficas del medio natural, destacándose en esta situación la indebida y creciente presión de la urbanización sobre el entorno de los cuerpos de agua, que presentan difíciles condiciones geotécnicas y gran fragilidad ambiental. Igualmente, el desarrollo urbano ha consolidado una inadecuada relación con los cuerpos de agua como son los ríos Magdalena, Amazonas, Cauca, Guaviare, Putumayo y el Caquetá y sus afluentes, los cuales, junto con las áreas de actividad agrológicas, constituyen los principales elementos naturales estructurantes del desarrollo de las estructuras urbanas y determinantes de sus características ambientales y paisajísticas.

En el proceso de crecimiento de las estructuras urbanas de Colombia con las seis vertientes geográficas mencionadas anteriormente se han consolidado como un eje funcional, destino final de los drenajes, receptor de servicios y soporte principal de la movilidad de actividades económicas e industriales. Esta circunstancia generó un deterioro ambiental y el desaprovechamiento de su enorme potencial como espacio público e integrador urbano. Como consecuencia, las vertientes geográficas no se relacionan adecuadamente con los desarrollos aledaños, y se ha convertido en una barrera para la vinculación efectiva de los costados ribereños de muchas cabeceras municipales. Por su parte, las áreas de actividad agrológicas han sido también receptoras de basuras de las actividades agrológicas, continuamente invadidas para resolver las necesidades de expansión de amplios sectores de la población.

Colombia ha perdido en forma generalizada la valoración del espacio público como esencia misma de la estructura urbana. Sus déficits y carencias no son percibidos como un problema serio por la población, que lo utiliza inadecuadamente. La dotación por parte de los desarrollos urbanísticos es de carácter residual, y las tendencias dominantes en la urbanización reciente incrementan el deterioro y la inseguridad del espacio barrial tradicional a la vez que dificultan la continuidad de la movilidad y la integración urbana.

Otra manifestación de este proceso es el deterioro y debilitamiento del sistema estructurante inicial de las estructuras urbanas, expresado en a través del espacio público (elementos naturales destacados, calles, plazas).

En el desarrollo reciente de muchas ciudades de Colombia han surgido nuevos barrios y ejes conectores que no han sido incorporados a sus estructuras urbanas tradicionales que soporten adecuadamente el crecimiento y transformación actual, y futura de las cabeceras municipales. Como consecuencia, el espacio público no cumple adecuadamente su papel estructurante de las ciudades colombianas ni convoca al encuentro e intercambio ciudadano. Los lugares de mayor afluencia y convocatoria pública se encuentran desarticulados y presentan dificultades para la comunicación peatonal. Debido a estas transformaciones, muchos barrios se han debilitado como unidad básica urbana, abierta, integrada e integradora.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó un indicador óptimo entre 10 y 15 metros cuadrados de zonas verdes por habitante, con el fin de que estos mitiguen los impactos generados por la contaminación de las ciudades y cumplan una función de amortiguamiento.

Para efectos de garantizar la planeación y gestión del espacio público en los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), los Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (PBOT) y los Esquemas Básicos de Ordenamiento Territorial (EOT) en Colombia y fundamentalmente para monitorear el déficit cuantitativo y cualitativo del mismo en las ciudades, el Artículo 14 del Decreto 1504 de 1998 estableció la categoría de Espacio Público Efectivo, que corresponde al espacio público de carácter permanente, conformado por zonas verdes, parques, plazas y plazoletas. Para efectos de su medición, se estableció un indicador de espacio público por habitante y un índice mínimo de EPE de 15 metros cuadrados por habitantes.

Colombia cuenta con una dotación promedio de espacio público per cápita inferior a 4 metros cuadrados por persona, lo que lo ubica lejos de los estándares internacionales. Este índice marcadamente inferior a los estándares recomendados para las ciudades colombianas, insuficiencia especialmente marcada en espacios verdes que equilibren su alta densidad constructiva y mejoren su microclima.

Según el documento 20 años de ordenamiento territorial en Colombia: experiencias, desafíos y herramientas para los actores territoriales (2017) nos muestran que el aumento total (2005-2017) de kilómetros cuadrados de áreas con condiciones y características urbanas en Colombia correspondió a 1.083 kilómetros cuadros, sin embargo no se ha logrado un desarrollo integral en sus infraestructuras y una prueba de ello es el área total destinada a la recreación y el deporte, al espacio público; actividades que de una u otra manera contribuyen al desarrollo humano, es así como vemos a lo largo de las vías principales un gran número de jóvenes, niños y adultos que no saben a dónde dirigirse para sociabilizarse entre ellos, ya que las plazas principales, considerada como el espacio público transcendental no tienen la capacidad para alojar a un gran número de personas, a esto se le suma el mal estado de los otros y la dificultad de trasladarse de un lado a otro como producto de la desarticulación vial que se presenta en la estructura urbana.  

Desde el punto de vista funcional, las seis vertientes geográficas de los ríos Magdalena, Amazonas, Cauca, Guaviare, Putumayo y el Caquetá y sus afluentes, constituyen los ejes del sistema de drenaje y el soporte principal del espacio público de los territorios urbanos, pero hasta hoy siguen constituyéndose en unos elementos funcionalmente desintegrados urbanística y socialmente.

En las estructuras urbanas de las cabeceras municipales de Colombia, en forma generalizada, se ha perdido la valoración del espacio público. Actualmente éste es de carácter residual, no es estructurante, ni convoca. No existe un sistema de espacios públicos que conforme y articule las zonas centrales y periféricas.

Se ha perdido el sistema estructurante inicial de las cabeceras municipales, que a través de sus plazas principales, como espacios públicos, articulaba el área central con los núcleos originales  y con los barrios periféricos de la estructura urbana.

En el sistema vial principal de las cabeceras municipales entre 30.000 a 100.000 habitantes prevalece la función dominante de los vehículos automotores, impidiendo o debilitando sus otras funciones como espacio público y debilitando su valor ambiental.

En los últimos años la estructura urbana ha atendido más las necesidades derivadas de la circulación vehicular y menos a las demandas de espacios para el peatón y zonas verdes, espacios que constituirían el sistema de soporte para el intercambio ciudadano y la construcción de ciudadanía. Al respecto el documento 20 años de ordenamiento territorial en Colombia: experiencias, desafíos y herramientas para los actores territoriales (2017) puntualiza que en el 42% de las cabeceras municipales se identificaron proyectos en construcción (vías-infraestructura de transporte), mantenimiento, pavimentación o ampliación de vías y la implementación de sistemas de transporte público.

Las plazas principales en muchas cabeceras municipales, que generan una intensa afluencia pública y concentración de actividades, no tienen aún una adecuada articulación a los sistemas de espacios públicos de sus estructuras urbanas.

Los bordes de las vertientes geográficas de los ríos, son generadores de espacios libres, pero no están adecuadamente integradas al sistema general de espacio público, ni facilitan la apropiación y disfrute ciudadano.

En las 1.347 millones de metros cuadrados de área construida en Colombia (IGAC) estas no presentan las áreas de cesión obligatoria y gratuita establecidas por la Normas Urbanísticas Municipales, lo que ha causado un desequilibrio entre la demanda y la oferta de áreas recreacionales, equipamiento comunal e infraestructura, y demás áreas complementarias como son estacionamientos públicos y privados, áreas peatonales que constituyan plazas y demás usos comunales que requiere la población urbana de los municipios.

Las vías tanto peatonales como vehiculares carecen de separadores que puedan constituirse como zonas blandas. Este problema lo presentan también los nuevos desarrollos urbanos.

De otra, en Colombia más de 60% de las ciudades son construidas de manera informal, sin planeación ni ordenamiento, lo que ocasiona un desarrollo desordenado que ha afectado a la estructura urbana de las cabeceras municipales, lo que genera, además, un gran déficit de parques y zonas verdes; déficits de vías peatonales, andenes desnivelados, ausencia de accesos fáciles para discapacitados, poca disponibilidad de parqueadero y falta de señalización.

Con relación a lo anterior el documento 20 años de ordenamiento territorial en Colombia: experiencias, desafíos y herramientas para los actores territoriales (2017) describe que para el año 2017 más de 950 municipios aumentaron sus zonas con características urbanas en más de un 50%.

Uno de los factores que podría explicar el déficit de cesiones urbanísticas es la carencia durante muchos años de una normatividad en las cabeceras municipales que regule estos aspectos vitales para la vida ciudadana.

Otros de los aspectos que deterioran las estructuras urbanas de las ciudades en Colombia son los retiros entre línea de bordillo, propiedad y construcción que son determinados en su gran mayoría por la comunidad basándose en criterios propios e individualistas y no a los señalados por los Códigos Urbanísticos Municipales.

Lo que se evidencia en la redes viales en las estructuras urbanas municipales es la jerarquización por el uso dado a este por parte de la comunidad en el cual podemos apreciar la gran variedad y diversidad de dimensiones en sus perfiles, a su vez carece de una tipología clara y contundente sobre los andenes, ya que en muchos casos estos no existen o tienden a desaparecer por las ampliaciones hechas en las viviendas por parte de sus propietarios, motivo por el cual en casi todo la estructura urbana son pocas las viviendas que presentan las zonas de jardín, antejardín y anden claramente definidas. Este carece de zonas de protección ambiental o corredores verdes que aíslen las áreas de tránsito vehicular de las zonas de circulación peatonal y edificable.

Los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), los Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (PBOT) y los Esquemas Básicos de Ordenamiento Territorial (EOT) en Colombia deben apuntalar a un conjunto de normas que eliminen las restricciones y obstáculos que padecen cotidianamente los ciudadanos discapacitados que habitan en las estructuras urbanas de los municipios. Un cuerpo de artículos a favor de la accesibilidad que acerque más a la Cabecera Municipal que sueñan los habitantes: Una Colombia más amable, más vivible y más humana para todos sus habitantes.

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