Sandra Piedrahita es una mujer colombiana cuyo hijo fue arrebatado arbitrariamente por el padre, el ciudadano holandés Roger de Rijke. Sandra inició, con la más completa desprotección del Estado colombiano, una batalla jurídica para recuperar a su hijo en condiciones totalmente adversas: sola, sin dominar el holandés, sin recursos económicos. Sus únicos apoyos provinieron de las amigas feministas, medios sensibles como las2orillas y de change.org, plataforma que inició una petición y reunió un importante número de firmas, que no conmovieron a la Cancillería ni a ICBF de mejorar su actuación, pero sí a la solidaridad de miles de ciudadanas y ciudadanos en el mundo.
El pasado miércoles 26 de julio una excelente noticia se produjo: El tribunal de La Haya donde estaba el litigio por recuperar a su hijo, favoreció a Sandra en el fallo, devolviéndole la tutela de su hijo.
El fallo ha sido recibido de muy mala manera por el señor de Rijke y su familia, quienes no escatiman insultos, amenazas y malos tratos hacia Sandra.
El fallo le exhorta a traer el niño de nuevo a Colombia antes del 10 de agosto y es allí donde se necesita hoy un esfuerzo adicional de solidaridad. Sandra ha agotado sus escasos recursos (iba a un viaje de una semana que se ha prolongado por 4 meses) y en temporada alta los pasajes están fuera de su alcance. La Cancillería Colombiana y el ICBF, que han tenido una actuación débil e insensible frente al caso, tampoco ofrecen apoyo en este momento que ella ha logrado la victoria sin ayuda estatal, solo con el apoyo y solidaridad de las personas que han firmado peticiones y reunido algunos euros.
De manera que, si alguien puede ofrecer los pasajes entre Amsterdam y Cali o entre muchas personas aportar cientos de pequeños aportes, Sandra podrá por fin terminar su pesadilla.
Vea también: Madres colombianas y depredadores extranjeros