En medio de la conmoción nacional causada por el hallazgo de explosivos y un mapa del Palacio de Justicia durante dos allanamientos de la Policía a sendas viviendas en el sur de Bogotá, congresistas conservadores, liberales, santistas y petristas eligieron con votación mayoritaria a Iris Marín Ortiz como nueva cabeza de la Defensoría del Pueblo para el periodo 2024-2028. La constitucionalista y defensora de Derechos Humanos obtuvo 170 de los 186 votos posibles durante una sesión plenaria en la Cámara de Representantes.
La abogada bogotana de 47 años, graduada del Colegio Mayor del Rosario y maestría en Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, asumirá su cargo el próximo primero de septiembre, pero logró que su nombre despertara consenso entre las bancadas de los partidos Conservador, Liberal, la U y el Pacto Histórico para suceder al conservador oriundo de Córdoba, Carlos Camargo Assis, quien renunció el 31 de mayo, antes de concluir su periodo y hoy es el actual vicerrector de la Universidad Sergio Arboleda.
Durante estos meses, Julio Luis Balanta Mina se ha desempeñado como Defensor del Pueblo. El funcionario saliente felicitó a Marín Ortiz por su elección y destacó el hecho de que por primera vez en más de tres décadas y después de aprobada la Constitución Política de 1991, la titular de esa entidad sea una mujer.
Listos para el empalme en la Defensoría del Pueblo
Junto a los miembros de su equipo directivo, Balanta Mina se puso a disposición de la nueva Defensora para adelantar todas las gestiones requeridas durante el empalme. “Haremos una transición armónica, donde el trabajo conjunto siempre esté pensando en que los roles misional y administrativo de la entidad no afecten la atención de los ciudadanos, de manera especial de las comunidades más afectadas en los territorios”, dijo el Defensor.
Por su parte y en un mensaje de felicitación a Iris Marín Ortiz, el exdefensor Carlos Camargo Assis dijo estar seguro de que en su gestión marcará nuevos rumbos de derechos en esa entidad valorada por los ciudadanos y celebró que su nombramiento le haga justicia a la mujer colombiana. “Las acciones afirmativas en la perspectiva de género son garantía para la defensa de los derechos de las mujeres y de todas las comunidades que sufren el flagelo de la violencia en los territorios”, dijo Camargo Assis.
Carlos Camargo Assis, exdefensor del Pueblo ternado en el gobierno de Iván Duque
Una terna de solo de mujeres para la Defensoría del Pueblo
En el proceso para llegar a la Defensoría del Pueblo, Iris Marín Ortiz, la mamá de Simón, constitucionalista, defensora de derechos humanos, paz y democracia; exfuncionaria de la Unidad de Víctimas, feminista y fan de Charly García, tras ser ternada por el presidente Gustavo Petro, compitió por los votos de los congresistas con Dora Lucy Arias, abogada experta en derecho constitucional que trabaja con el Colectivo de Abogados José Alvear Sanín (Cajar) hace varias décadas y Jomary Ortegón Osorio, vicepresidenta de esa misma organización.
Ortegón Osorio aceptó la decisión por mayoría de la Cámara de Representantes, le deseo éxitos en su labor y les agradeció a todas las colectividades políticas los espacios de diálogo francos y respetuosos sostenidos durante los cuales pudo escuchar las preocupaciones legítimas de los congresistas por sus territorios y reafirmó su compromiso con la justicia social, la paz y los derechos de las víctimas en Colombia.
La decisión del presidente Petro de presentar una terna de solo mujeres fue la respuesta a los clamores de tres plataformas y más de 580 organizaciones de derechos humanos, mujeres, víctimas y comunidades más vulnerables del país que consideran que así se sentaría un precedente importante en términos de paridad de género y participación de las mujeres.
Entre las organizaciones promotoras de esa iniciativa aparecen la Comisión Colombiana de Juristas, la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines, la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos y la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.
En una carta dirigida al presidente Gustavo Petro, los promotores de la terna de solo mujeres expusieron los criterios que consideraban que debían cumplir las personas que aspiraban a ser elegidas como nueva cabeza de la Defensoría del Pueblo, entre los que mencionaron independencia política, laboral y económica frente al Estado o cualquier sector con poder; tener reconocida trayectoria en la defensa de los derechos humano, demostrar compromiso con la paz; formación, conocimientos y experiencia en diversidad, género e implementación del Acuerdo de Paz, entre otros.
Consensos y apoyos políticos para ser Defensora del Pueblo
La terna y lograr 170 de 186 votos en la plenaria de la Cámara de Representantes, donde Jomary obtuvo 10 votos y Dora Luz Arias, 6, representa para Iris Marín Ortiz un mandato y un voto de confianza en las mujeres.
“Este es un mandato que recibo, que el señor presidente ha decidido aceptar para hacer una terna histórica, que es un voto de confianza en las mujeres. El Congreso, a través de la Cámara, hizo una votación mayoritaria, que asumo como una gran responsabilidad con las mujeres, con las organizaciones de Derechos Humanos y con los líderes sociales”, expresó Marín.
En este contexto y ante quienes atribuyen el logro del consenso a su cercanía con el santista ministro del Interior, Juan Fernando Cristo o porque fue asesora del expresidente Juan Manuel Santos durante los diálogos de paz con las extintas Farc, Marín les dijo a los congresistas que “dependiendo la parte de la hoja de vida que miren, van a decir que soy de cierto sector político” y ha ejercido su carrera sin hacer política partidista.
De hecho, la experta en justicia transicional, víctimas, paz, derechos humanos con 25 años de experiencia, inició su carrera trabajando en organizaciones de derechos, fue abogada asistente y Coordinadora en la Comisión Colombiana de Juristas, luego pasó a ONU Mujeres y estuvo en el gobierno de Santos porque había sido promotora de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, funcionaria en la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Dejusticia, Codhes y antes de aspirar a la Defensoría, estaba trabajando en la Corte Constitucional.
“La verdad de mi historia es que he trabajado con todas aquellas personas, instituciones y gobiernos que tengan una apuesta por los derechos humanos, por la paz y por la solución de las violencias en este país” (…) dijo en entrevista a algunos medios.
Lo cierto es que después de lograr un consenso impensable entre conservadores, liberales, santistas y petristas, a partir del próximo primero de septiembre, Iris Marín Ortiz tendrá que trabajar en defensa de los derechos humanos de todos los ciudadanos en un país polarizado y azotado por la violencia en territorios.
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