El primer acto de Rafael Castillo como rector encargado de la Universidad del Atlántico fue firmar una resolución para suspender el concurso docente con el cual se aspiraba llenar 96 cargos de profesores de planta. La convocatoria se había planteado para asegurar transparencia y competitividad, cumpliendo con todos los procesos exigidos por el Ministerio. Ya estaban 487 postulantes en el proceso de evaluación y todo listo para hacer pública la lista de preselección. Con esta decisión, el nuevo rector que llegó con el respaldo de los parlamentarios liberales Alvaro Ashton y Miguel Amin, obstruye el proceso de selección con consecuencias tan graves como que no se alcanzará a tener los nuevos docentes listos para iniciar el nuevo año académico. El paso siguiente será escoger los profesores a dedo, práctica que abre puerta para que solo accedan quienes cuentan con el respaldo de los políticos costeños.