Preuniversitarios, otra forma de privatizar la educación

Preuniversitarios, otra forma de privatizar la educación

El círculo de pobreza parece repetirse una y otra vez, en tanto no hay salida para miles de jóvenes que quieren acceder a la educación superior

Por: Diana Toro
julio 30, 2019
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Preuniversitarios, otra forma de privatizar la educación
Foto: Pixabay

Al hacer una búsqueda rápida sobre cuántos preuniversitarios hay en Colombia, se encuentra un promedio de 14 por ciudad, solamente teniendo en cuenta las urbes más importantes del país: Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Manizales. En la mayoría de los casos los sitios web de estas instituciones, aunados al Ministerio de Educación Nacional MEN y a los artículos en diarios de tiraje nacional, regional y municipal, parecen alabar fervientemente este tipo de establecimientos que “ayudan” a los estudiantes a entrar en las más importantes universidades del país y ayudan a llenar los vacíos con los que los estudiantes llegan desde el colegio.

Algunos de estos preuniversitarios han tomado tanta fuerza que tienen sedes en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, no hay un estudio que clarifique cuántos estudiantes que pasan por esta institución efectivamente ingresan a las universidades, aunque me atrevo a decir que son muchos para que el negocio funcione. Tampoco hay datos sobre las ganancias netas que tienen estos establecimientos que se clasifican como educación no formal.

Los precios varían, hay preuniversitarios desde $300.000 pesos, estudiando solamente los días sábados, hasta $900.000 pesos estudiando de lunes a viernes; los mejores incluso te ofrecen un descuento en caso de que no pases a la universidad, el descuento cambia de acuerdo al puntaje que saque el cliente en la prueba. Otros demostrando una “gran responsabilidad social” dan algunas becas a estudiantes de estrato 1 y 2 para que también tengan la oportunidad de estudiar en la institución.

Más que preguntarme sobre la rentabilidad de estas empresas y sobre su efectividad a la hora de medir su oferta, me parece importante analizar ética y socialmente la idea de los preuniversitarios en el país. Ya la constitución es clara en establecer en el artículo 67 que la educación es un derecho de los ciudadanos; la teoría, como bien sabemos, se queda corta al analizar las problemáticas de una educación realmente pública y de calidad, ya que en la práctica es claro que si bien hay 42 universidades “públicas” en el país, ninguna es completamente gratuita, aunque es claro que la mayoría lucha cada día por mantener su carácter público muy a pesar del bajo presupuesto que el gobierno nacional les otorga cada año.

Uno de los más claros ejemplos de que la teoría no consigue llevar a la práctica es la que muestra que de un 100% de estudiantes que se presentan a estas universidades solo puede ingresar, máximo, un 10% de la totalidad; historia que se repite semestre a semestre sin poder hacer algo en contra.

Sumémosle a esta tragedia el hecho de que según Julián de Zubiría solo el 10% de los jóvenes de estrato 1 logran ingresar a la universidad (1); o que solo el 41,2% de los graduados de colegios públicos logran entrar a las universidades en contraposición al 56,4% de estudiantes de colegios privados que ingresan; y que la barrera más grande para ingresar a la universidad aún sigue siendo la falta de recursos económicos de las familias y la baja calidad de la educación (2).

Si ponemos todo en una bolsa nos encontramos con jóvenes recién graduados de escuelas públicas que no pueden enfrentarse a un examen de admisión de una universidad porque no están en la capacidad de competir con los estudiantes de colegios privados y ahora tampoco con los estudiantes que pueden pagar un preuniversitario; y el círculo de pobreza parece repetirse en tanto no hay salida para miles de jóvenes que quieren acceder a la educación superior.

¿No son acaso estos preuniversitarios otra forma de privatizar la educación a la que tenemos derecho?, ¿no es suficientemente claro que cada vez es más difícil para un estudiante de colegio público ingresar a la educación superior?, ¿por qué aún no existen estudios que indiquen el porcentaje de eficacia de estos preuniversitarios para poder medir cuántos cupos le están quitando a los estudiantes que no pueden pagar un curso de estos?, ¿por qué no hay datos que muestren cuánto dinero están ganando estas instituciones a costa de un derecho constitucional?

(1) En Colombia solo el 10 % de los jóvenes de estrato uno llegan a la universidad: Julián de Zubiría

(2) De cada 100 graduados, solo 48 ingresaron a la educación superior

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