La Alcaldía de Medellín con el Acuerdo 055, quiere acabar con lo poco de democracia participativa que tenemos en la ciudad. Éste pretende modificar el presupuesto participativo y los procesos de planeación local en la ciudad, lo cual dejará de ser un sistema ciudadano de participación y pasará a ser un proceso sin autonomía, ya que esta parte del presupuesto, -que a hoy es facultad de la ciudadanía definir sus prioridades de inversión-, pasará a hacer parte del presupuesto de Ejecutado dentro del Plan de Desarrollo Municipal.
Recordemos que el presupuesto participativo es un legado brasilero, y consiste en ese porcentaje que tienen los territorios para que en su autonomía, tengan un porcentaje dentro del presupuesto de la ciudad para priorizar sus diferentes proyectos de acuerdo a las necesidades de las comunidades que representan.
En el caso de Medellín, el porcentaje de presupuesto destinado a este proceso es el 5%.Lo que quiere la Alcaldía con este acuerdo, es coartar las priorizaciones territoriales y ligarlos a que vayan en la misma línea del plan de desarrollo de la ciudad. Es decir, que indirectamente suprimiran los concejos comunales y las asambleas barriales quienes en su autonomía definen los rubros de inversión.
La participación ciudadana es un derecho, y los derechos tienen que ser progresivos, por lo que jurídicamente, no se puede disminuir la participación en la ciudad. Además, el Presupuesto Participativo no puede cobijar las obligaciones que corresponden a la inversión social, cuya responsabilidad es directamente de la Alcaldía de Medellín. No les vasta con que ya tienen institucionalizado los planes de desarrollo local arrebatando la autonomía decisiva a las comunidades..
Según la administración municipal, la intención de modificar esta política pública radica en que este presupuesto esta siendo destinado para "paseos, sancochos y fiestas barriales, y en muchos casos, parte del presupuesto va dirigido a la ilegalidad". Y que según un estudio de la administración municipal sobre el programa, determinó que algunos líderes comunales y gobernantes imponían control sobre el programa en diferentes territorios.
Estos argumentos se invalidan, porque quien contrata y pone los operadores es la alcaldía y la permanencia en el tiempo de algunos líderes es a causa de que no se promueve por parte de la institucionalidad escenarios de promoción de la participación ciudadana. Según la Concejal de Medellín, Luz María Múnera, "este acuerdo es un atentado a la participación ciudadana y aquí la misma institucionalidad estaría reconociendo que contrata con pillos, ya que es esta la que pone los operadores en la ejecución de estos recursos".
Líderes barriales y comunitarios, políticos, y ciudadanía en general, tenemos una profunda preocupación con esta intención de acabar con los pocos escenarios de participación democrática comunitaria. No desconocemos que el Presupuesto Participativo y Planeación local tiene algunos problemas, como la permeabilidad de las bandas criminales, la operatividad y los tiempos de ejecución y la perdida de autonomía en las decisiones de priorización. También la falta de monitoreo del impacto de los proyectos.
Un verdadero cambio al sistema de participación popular es cuando nos aseguren que la totalidad de los planes de desarrollo Comunales sean incluidos en el Plan de Desarrollo de Medellín. Cuando de verdad, se respete lo que la comunidad priorice. Por eso, cambio al Presupuesto Participativo y Planeación Local si, pero no así. Esto debe partir de una construcción conjunta con la ciudadanía, quienes históricamente se ganaron el derecho de hacer parte de este porcentaje del presupuesto.
