Gilberto Valencia, primer líder social asesinado en el año 2019, que junto a su agrupación musical y cultural “Los Herederos” con canciones de rap y talleres de hip hop y break dance socializaba en las comunidades los puntos del “Acuerdo Para la Construcción de Una Paz Estable y Duradera” que había logrado el gobierno nacional con las extintas guerrillas de las Farc-Ep en los diálogos de paz de La Habana, adelantaba procesos sociales que invitaban la no violencia y buscaba mantener a los jóvenes alejados del consumo de estupefacientes.
Aunque las autoridades competentes no han querido dar el nombre del asesino, sí se han pronunciado en los medios de comunicación diciendo que lo tienen identificado y que actualmente adelantan operativos para dar con su paradero. Sin embargo, quienes presenciaron el crime, comentaron que su presunto asesino responde al nombre de Julian Ambuila, sobrino del exinspector de policía del Municipio de Suarez, Cauca, quien al parecer estaba en estado de alicoramiento y bajo el efecto de sustancias psicoactivas. Lo irónico es que después de cometer el crimen, el presunto asesino fue escoltado por hombres armados, al parecer pertenecientes a su familia, quienes le ayudaron a escapar del lugar.
Julian Ambuila, hace parte de una de las familias que se creen con más poder dentro del Municipio de Suarez, las personas que lo conocen lo identifican como alguien muy problematico desde muy temprana edad, y, desde que termino de prestar el Servicio militar en el Ejercito Nacional de Colombia, sus agresiones aumentaron así como el consumo de sustancias psicoactivas. Por tanto, las autoridades competentes no solo deben dar con el paradero del presunto asesino, sino que también debe de investigar a todos y cada uno de los familiares que presuntamente con armas en mano loe ayudaron escapar, por los presuntos delitos de "Cómplice de Homicidio" y "Porte Ilegal de Armas".