Ay presidente Uribe, yo soy un director de cine independendiente. Nunca he podido sacar adelante mis proyectos. Es que hacer películas en Colombia es muy difícil... Si uno quiere que le distribuyan uno de los trabajos tiene que hacer una vaina parecida al Paseo o a los sketches de Sábados Felices. Las historias íntimas, críticas no sirven.
Yo he sido crítico con su gobierno, férreamente crítico, como la cineasta Margarita Martínez, y me parece que usted ha sido un enemigo de la paz con las Farc. A mí de eso no me cabe duda. La cineasta Martínez contó con la suerte de que usted criticara su documental sobre el proceso de paz. Yo vi el documental y no me gustó ni cinco. Me parece mucho mejor el documental El silencio de los fusiles de Natalia Orozco, al que no le fue tan bien como este. Todo porque usted, querido presidente eterno, no opinó sobre él. La última encuesta Pulso País revela que a usted ya no lo quiere tanto la masa como pasaba antes. La masa de derecha y medio fascista que habita este país. Usted tiene 63 por ciento de imagen negativa. La gente no lo quiere, y menos la gente que apoya el proceso de paz. La gente no lo quiere y menos los que van a cine a ver historias íntimas, críticas.
Por eso es tan importante, presidente Uribe, que usted me censure la película. Margarita Martínez logró lo impensado: meter 14 mil personas en 25 salas de cine para ver un documental es un logro titánico, una hazaña. El único mérito que tiene La negociación es que usted lo censuró. Por eso, en medio del berenjenal que usted armó y después de que Cine Colombia bloqueara temporalmente su venta de boletas, la directora Martínez lucía exultante. Claro, después de todos los problemas que tuvo para armar su obra soñada esta llegaba a buen puerto. Todo gracias a usted, mi presidente eterno. Mi próximo proyecto va a hablar de usted, presidente. Voy a explotarle su mal genio, su intolerancia y voy a lanzar un tráiler bien incendiario para que usted lo vea y grite. Qué mejor promoción para mi película que el tuitero más seguido de Colombia se pronuncia en contra. Usted me hará millonario con el cine presidente Uribe. Por favor, ¡censúreme mi película!
