La marcha programada por Uribe y sus amigos el 1 de abril en el País, ha servido como fundamento para sacar algunas conclusiones, importantes y decisivas para los Colombianos en un futuro no muy lejano.
Sin adentrarnos en el propósito de evaluar la magnitud y las proporciones de los asistentes a la marcha, se nota de todas formas que, existe una inconformidad generalizada por parte de la población, en razón a la forma tan olímpica como Santos ha venido afrontando las necesidades de cientos de Colombianos que en un momento determinado, en el creyeron y que abogan por la solución a sus problemas.
Este inconformismo, muy bien aderezado por la oposición, está sirviendo de caldo de cultivo, para despertar en el pueblo, un sentimiento de patria y de nacionalismo que puede ser contraproducente para las intenciones de la unidad Nacional, en los supuestos casos, de querer mantener su hegemonía política y gubernamental en las próximas confrontaciones electorales.
Haciendo apología en algunos casos insólitos en donde se han presentado hechos de cambio en las estructuras gubernamentales en la historia del País, podemos decir que, nada esta ganado todavía y , que cuando se trata del sentimiento popular, solamente los que son hábiles en sus estrategias, son los que logran obtener el botín de la presidencia de Colombia.
Por ejemplo, la historiografía de Colombia, narra que los comicios electorales de 1970, un supuesto fraude por unas fallas en la energía, le dio el triunfo a Misael Pastrana sobre Rojas Pinilla. Que, la llegada de Cesar Gaviria a la presidencia de la Republica, fue producto de un acto espontaneo, sorpresivo y en cierta forma impensada, de Juan Manuel Galán, con escasos 17 años de edad , al entregarle en 1989 las banderas del galanismo, a una persona que no encarnaba los aires de renovación de Luis Carlos Galán y que igualmente, la reelección de Santos, obedeció más a un rechazo de la población hacia el candidato del Uribismo que a la misma favorabilidad de su obra de Gobierno.
En estas condiciones, es imperativo que el presidente, cumpla los compromisos adquiridos con la sociedad, antes de que como boomerang, la historia se le devuelva y le cobre con creces esta debilidad mitomaniaca que ya se volvió costumbre de los dirigentes políticos. Porque de verdad, se observa con impotencia, como el gobierno, se abstiene de cumplirle a muchos sectores como las madres comunitarias,camioneros, profesores, campesinos, pensionados, al pueblo en general, cuando se trata de respeto y resarcimiento de sus derechos, pero al contrario, es oportuno y ágil, cuando se trata de aprobar proyectos que se relaciona con mayores impuestos,imposiciones y códigos que afectan laslibertades y economía de las personas.
Creo que, el presidente, debería de acercarse más a la población, para que dialogue y le de solución a sus necesidades. Su prestigio no está en asistir a las zonas de desastres y convertirse en reportero de los afectados. Tampoco en recibir un premio nobel de la paz o aparecer firmando un proceso de paz incierto, ni mucho menos, echarle toda la culpa a la oposición de las desgracias del País.
Todos entendemos que, desde la creación de la Constitución de 1991, el País hacambiado y se ha evidenciado que, las buenas intenciones de la Asamblea Nacional Constituyente, fueron un fracaso, porque, las instancias que se han creado como un propósito sano para defender la Constitución, han resultado peores que la enfermedad.
En los últimos gobiernos neoliberales y tecnócratas ha crecido en formadesproporcionada y alarmante, la corrupción, la impunidad, las injusticias sociales, la inequidad, pobreza, desempleo y el irrespeto por la institucionalidad. Todo porque, los constantes saqueos que le hacen a las Instituciones, ha desbordado la capacidad de compromiso del Estado con la sociedad, situación que influye en la sostenibilidad Fiscal.
Por esta razón, Colombia necesita de un cambio, en su modelo político y de mando. No podemos seguir votando por los mismos, cuando de antemano sabemos que siempre, los resultados son los mismos. Colombia necesita de un buen gobernante que lo real lidere y unifique
todas las partes en conflicto. No más experimentos.
