El debate en el Congreso para la refrendación de los Acuerdos de paz reunió a exponer sus argumentos a voceros del Sí y del No al Plebiscito. La ex senadora Yolanda Pinto de Gaviria, la viuda del exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria Correa aprovechó el escenario para, en su defensa de la refrendación de los Acuerdos, increpar al ex Presidente Uribe y pedirle apoyar la paz: ‘’Presidente Uribe, los dos sabemos que el rescate de mi marido fue una chambonada. Una improvisación. En memoria de mi esposo espero principios de paz’’.
Yolanda Pinto, quien se ha convertido en una de las promotoras del proceso de paz, se refería al fallido intento de rescate que ordenó el expresidente Uribe en el 2003 para buscar la liberación del dirigente antioqueño quien había sido secuestrado junto al ex ministro Gilberto Echeverry por las Farc el 21 de abril del 2002.
El operativo salió mal y en el intento de rescate murieron los dos dirigentes y siete de los ocho soldados que se encontraban también en cautiverio fueron asesinados por las Farc el 6 de mayo de 2003. La tragedia marcó el arranque del gobierno Uribe con Martha Lucia Ramírez como ministra de defensa, con el agravante de la cercanía personal del Presidente con las familia Gaviria Correa y de Gilberto Echeverry con quien Álvaro Uribe había iniciado su vida pública.
Tal vez, en estos trece años, no se había una situación más propicia para que Yolanda Pinto “le cantara la tabla” a quien dio la orden del rescate que la dejó viuda con un pequeño hijo. Pinto, convencida de la urgencia de sacar adelante el refrendación de los Acuerdos de la paz a la mayor brevedad posible aprovechó la oportunidad. El Presidente le respondió con firmeza.
El expresidente aprovechó buena parte de los 20 minutos para defenderse de la acusación en la que además, Yolanda Pintó afirmó que el resultado fatal fue también producto de la improvisación. Uribe hizo un relato pormenorizado de los hechos con las Farc como telón de fondo y su responsabilidad por n haber aceptado el acuerdo humanitario. Recordó su circunstancia personal de ser él también una víctima de las Farc.
“Yo he estado tomando nota para hablar en el momento que corresponda, pero ante las palabras que acabamos de escuchar yo quiero decir lo siguiente: mi padre también está desde el cielo, después de haber sido asesinado por las Farc, reclamándonos que debe haber paz; tengo un hermano preso, todas las dificultades.
Tengo que referirme a lo que ha dicho doña Yolanda Pinto de Gaviria, y lo hago con el mayor respeto, por lo siguiente: esa operación no fue una 'chambonada' ni fue improvisada. Nosotros hicimos mucho esfuerzo para lograr un acuerdo humanitario con las Farc. Siempre esfuerzos estériles.
Dirán algunos que fueron muy estrictas nuestras condiciones. Por ejemplo, cuando la Iglesia Católica fue con autorización nuestra a proponer ese acuerdo humanitario, nosotros propusimos que los guerrilleros que llegaran a salir de la cárcel se retiraran de las Farc, tendrían que ir a Europa, el presidente de Francia quería recibirlos, y las Farc no aceptó eso.
¿Por qué nuestra propuesta? Porque había habido acuerdos humanitarios anteriores, en los cuales los que salían de la cárcel tomaban el uniforme y era un espectáculo de fortalecimiento de las Farc.
Le dijimos a través de la Iglesia Católica que aceptábamos que los que salieran de la cárcel, se quedaran en el país en un proceso de reinserción, coordinado y vigilado por la Iglesia Católica. Tampoco aceptaron.
El operativo se planificó bastante. Era el año 2003, de pronto, sí, en eso hay fallas, yo las reconocí esa misma noche ante el país. Nosotros tuvimos durante un largo periodo un informante que indicó el sitio donde estaban los rehenes. Y era una selva, ustedes la miran abajo, desde el aire nada se ve. Eso es una selva totalmente tupida de ladera. En la laderas de Antioquia al río Atrato, antes de llegar al plan del Atrato.
Los helicópteros llegaron a la zona, estaba previsto que aterrizarían a suficiente distancia del sitio, que harían una aproximación por tierra. Los sobrevivientes me contaron que ellos desde abajo alcanzaron a ver botas militares en los helicópteros. Los señores de las Farc salieron despavoridos, a los 10 minutos regresaron y asesinaron con tiro de gracia a los rehenes que estaban en el suelo.
La verdad lo único que nosotros encontramos en esa operación fue odio, para responder a la generosa iniciativa del Gobernador Guillermo Gaviria y del Ministro Gilberto Echeverri, quien lo acompañaba.
En la noche después de haber ido al lugar allá en la selva, yo escuché a los dos sobrevivientes. ¿Sabe qué me dijeron? Que permanentemente el Gobernador, el doctor Guillermo, el esposo de doña Yolanda, y el Ministro se acercaban y le decían a ese cabecilla de las Farc: ‘¿pero por qué nos tratan así?, –ellos estaban muy enfermos-, nosotros somos los amigos de la paz, hemos estado buscando el diálogo con ustedes’. El señor cabecilla de las Farc les contestó: ‘ustedes no son los amigos de la paz, ni nuestros amigos, ustedes son nuestros enemigos de clase’. Allá no hubo sino maltrato y odio.
La verdad es que la misma noche de esos luctuosos hechos, yo le dije al Comandante del Ejército, a la Ministra (de Defensa) Marta Lucía Ramírez, que había que contarle al país exactamente qué había pasado. Creo que nadie pudo decir que habíamos mentido, muchos dijeron que estábamos equivocados, que no podía haber intentos de rescate militar.
Y termino con esto, muy respetuosamente a doña Yolanda. Sí, Gilberto Echeverri era un amigo muy entrañable, era como mi hermano mayor, un segundo papá. Y uno de los antioqueños, y colombianos que yo más he admirado, es a Guillermo Gaviria Echeverri, su suegro doña Yolanda. Usted no sabe el dolor para mí llevar esa noticia. Lo único que quise fue que se hubieran podido liberar como en el 2008 pudimos liberar a Ingrid Betancourt y a otros tantos. El Ejército lo que hizo fue proceder con toda entrega, con toda voluntad, infortunadamente ese procedimiento nos falló. Y ese dolor, doña Yolanda, yo también lo llevo. En un libro que escribí, que se llama ‘No Hay Causa Perdida’, empecé reconociendo ese dolor’’.
Uribe guardó silencio y esperó nuevamente su turno para intervenir en contra de la refrendación de los Acuerdos via Congreso. Defiende la necesidad de la participación directa de la ciudadanía para legitimar el Acuerdo firmado por el Presidente Santos y el comandante de las Farc Timoleón Jiménez en el Teatro Colón. Los argumentos del ex Presidente fueron segundados por otros promotores del No como Jaime Castro, Juan Lozano, sus tres candidatos presidenciales, mientras las voces más sonoras del Si han sido el jefe negociador Humberto de la Calle, el comisionado Jaramillo y Claudia López quien presentó unos videos de Álvaro Uribe cuando apoya la búsqueda de la paz en su gobierno.