No es objeto de este análisis recabar en lo trillado por la prensa y las redes sociales sobre el pasado de Petro, bueno, regular o malo. Toda esta información cierta, no tan cierta y totalmente falsa, abunda en los medios tradicionales y las redes y está al alcance de todos, amigos, no tan amigos y enemigos, para escoger a su gusto.
Lo cierto es que, en 1991 nace la nueva constitución en Colombia y la desmovilización del M19. Petro ha tenido una participación política muy activa en cargos de elección popular como Representante a la Cámara y Senador.
También fue nombrado por Samper como agregado diplomático en Bruselas entre 1994 y 1996. Alcalde de Bogotá y tres veces candidato a la presidencia.
Este menudo hombre de Ciénaga de Oro, inicia su carrera política en 1984 como concejal de Zipaquirá a los 24 años de edad.
Y a partir de ahí, su participación en la vida pública ha sido una constante carrera de obstáculos, pues, le ha sacado ventaja a púgiles de alta talla como Carlos Gaviria del PDA, a quien, no solo le gana en la consulta de ese partido para escoger candidato presidencial en el 2010, sino que, pone la primera más alta votación de un movimiento de izquierda (POLO) a la presidencia con 1.331.267 votos (9.17%).
Y para el 2018 obtiene 8.034.189 votos (41,80%). Un impensable caudal de votación apenas con un movimiento político, y algunas alianzas con partidos alternativos en segunda vuelta.
Es innegable, que este controvertido personaje pasará a la historia precisamente por librar una carrera de obstáculos, siendo totalmente incierto su futuro inmediato a tan solo dos semanas de elecciones.
Es también indiscutible que lidera la intención de voto de los colombianos en medio de un ambiente electoral enrarecido y marcado por presiones de todo orden y una abierta campaña en su contra. Como ha sido el común denominador en toda su carrera política.
No cabe duda que genera afectos y rechazos su figura, lo cierto es que a pesar de los sentimientos viscerales que genera, su pasado con el M19, y su carrera política como senador, Petro ha sido quizás el hombre más perseguido e investigado por todos los aparatos de poder judicial del Estado, sin que hayan podido imputarle acto violento alguno, ni mantener las demandas administrativas pese a haber sido sancionado con millonarias multas.
Surgen muchos interrogantes en torno a su figura, pero todos giran en torno a esta pregunta: ¿Por qué genera tanto pánico en algunos sectores de la política y la sociedad la posibilidad de que Petro llegue a la presidencia?