Han pasado 8 meses desde la posesión de Iván Duque como presidente. Durante este tiempo, el mandatario se ha mostrado muy preocupado por la situación de nuestro país vecino, dando discursos de cómo hay violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno Maduro, mostrando al mundo cómo se han dado desplazamientos forzados, torturas, persecuciones y genocidios que han llevado a este país a la inviabilidad, etc. En fin, está claro que una de sus banderas ha sido buscar el fin del gobierno de Maduro en Venezuela a través de diferentes estrategias diplomáticas.
Mientras tanto, el presidente parece olvidar que en Colombia las cosas no marchan del todo bien. Un ejemplo de lo anterior es lo que ocurre en este momento en el departamento del Cauca, al cual Duque se niega a ir. Aunque envió representación, en cabeza de Nancy Patricia Gutiérrez, ministra del Interior, a la mesa de negociación, aún no se menciona nada de lo que pasa en este departamento con los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes.
No podemos olvidar que la realidad que se vive en el Cauca no es muy lejana a la que se vive en Venezuela. Como muestra, entre las 264 muertes de líderes sociales ocurridas desde el 2016 hasta mayo del 2018, 92 ocurrieron a líderes indígenas, campesinos y afrodescendientes de este departamento. De hecho, este año, fue asesinado Gilberto Valencia, quien trabajaba como emprendedor social y constructor de paz; Wilmer Miranda, que hacía parte de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina; Faiber Manquillo, líder campesino, y Leonardo Nastacuás, líder indígena. Pero eso no es todo, no solo los líderes sociales de este departamento sufren. Según cifras de la Unidad de Víctimas, el año pasado fueron asesinados 102 personas por culpa del conflicto armado. Además, en los dos últimos años, 11.998 personas sufrieron desplazamiento forzado.
Así mismo, otros datos que generar gran preocupación sobre este departamento tienen que ver con que el porcentaje de pobreza es del 48,7%, es decir, casi la mitad de la población de este departamento no tiene los ingresos necesarios para comprar la canasta alimentaria básica, según los datos del Dane. Ah, y lo que es peor aún, el 20 % vive en pobreza extrema, lo cual puede explicar en parte el nuevo brote de malaria que afecta a 300 personas en la actualidad.
Los datos son bastante concluyentes: en este departamento se está presentando una fuerte violación de los derechos humanos, tal como ocurre en Venezuela. Sin embargo, el presidente en lugar de buscarle solución a estos asuntos, les da la espalda, mientras sigue buscando soluciones a lo que ocurre en Venezuela. Paradójico, ¿no?
Y aunque a manera de chiste los indígenas sacaron un #DuqueVengaAlCauca, da tristeza ver cómo nuestro presidente no tiene estrategias diplomáticas para buscar una solución a los millones de colombianos que sufren en la actualidad.