Hasta el momento me había mantenido neutral ante el fenómeno del duquismo, aunque déjeme contarle, presidente Duque, que esta Navidad y Año Nuevo los puedo pasar con mi conciencia tranquila porque como muchos ¡no voté por usted! Créame que en cada noticia que veo sobre sus frustraciones como deportista, cantante y músico, puedo suspirar plácidamente pues no hice parte de la mayoría que dejaron al país en manos de alguien que solamente busca fama y convertirse en todo, menos en un buen presidente.
Por otra parte, presidente Duque, está muy bien que se divierta, que salga y se reúna incluso con Maluma. Todo eso lo podría considerar de una persona que cuenta con el derecho y no deja de ser humano por "milagrosamente" haberse convertido en presidente; sin embargo, lo hubiese podido hacer luego de presentar algo de resultados al país. En otras palabras, podría perfectamente dar a conocer su parte humana a los colombianos, pero únicamente después de mostrar su trabajo. Ahora bien, cuando vi este último video publicado en las redes, supe esta vez que, definitivamente no íbamos por buen camino y usted tampoco a pesar de tener clara la canción del caminante.
Posteriormente, escuché la canción y recordé las letras de ese maravilloso tema y de igual manera, a su autor Juan Manuel Serrat que, estoy segura, estaría orgulloso si la canción la hubiese cantado cualquier otro presidente del mundo. Entonces decidí traer a colación algunos versos:
(…) Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar pasar haciendo camino, camino sobre la mar nunca perseguí la gloria y dejar en la memoria de los hombres mi canción (…).
En cuanto al anterior verso, le puedo decir que efectivamente ha dejado en la memoria de todos los colombianos no solo su talento para el canto, sino además su habilidad para tocar guitarra, hacer cabecitas con un balón de fútbol, la comparación que hizo de los pilares de la economía naranja con los 7 enanitos, la imprudencia con el empresario Carlos Slim y las tantas que mencionó durante su campaña. Esas son algunas de las memorias que hasta ahora ha dejado.
Retomando sobre su participación en el VII Gabinete Binacional, mediante su canto "celestial", no deja duda alguna que se sabe la canción, pero, así como con las 203 propuestas de su campaña no la aplica. Entonces, si su lado débil es el "cantar", por favor hágale caso a esta frase de la canción que dice (…) cuando de nada nos sirve rezar (…), lo que coincide con su falta de coherencia en cuanto a las promesas que hizo en campaña y no se han concretado en hechos. Porque de nada sirve rezar si no ha cumplido ni con mantener su propia imagen, puesto que se la pasa tratando de realizar sueños que tenía de niño, dentro de los cuales no creo que estuviera ser presidente.
Finalmente, señor presidente le puedo sugerir que no trate de imitar a Barack Obama, haciéndose pasar por una persona "natural". Eso no le queda bien a usted, solo a Obama, que se retiró de la presidencia después de ocho años con uno de los índices más altos de popularidad, mientras su mandato hasta el momento, y según Datexco, tiene un 68% de desaprobación en apenas cuatro meses. No imagino la situación en los años que quedan; por lo tanto, traigo a colación otro verso más de la canción (...) caminante son tus huellas del camino y nada más, caminante no hay camino, se hace camino al andar (...). Este último verso definitivamente deja claro que, hasta la fecha, las únicas huellas que ha dejado presidente Duque son las de su pasión por las "artes".