Mientras nuestros atletas nos llenan de orgullo, los dirigentes deportivos siguen indignándonos. Bernardo Baloyes iba a correr en una de las eliminatorias por los 400 metros. En el entrenamiento San Andresano se lesionó. Baloyes no es ningún aparecido, el 3 de agosto del 2014 ganó la medalla de oro en los 200 metros en los juegos Ibero-americanos y tiene un record personal de 20 segundos 43 centésimas.
Había conseguido clasificar a los Olimpicos y si bien no iba a tener una medalla ni era favorito como su compañero Anthony Zambrano, si quería cumplir su prueba. Pero una lesión se lo impidió. Ocurrió mientras hacía calentamiento previo. La lesión fue una tendinopatía rotuliana en su rodilla. Tuvo que retirarse a la Villa Olímpica y entonces ocurrió el engorroso momento.
Según Alejandro Munebar, enviado especial a Tokio por la W Radio, el presidente de la Federación de Atletismo, Ramiro Varela, en un arranque de soberbia, empezó a humillar públicamente al atleta san andresano, le pidió que se fuera de la Villa Olímpica y que, además devolviera toda la plata que le habían dado de viáticos por no poder competir. Fue tan penoso el espectáculo que los capitanes del equipo de atletismo, Caterine Ibarguen, y el recientemente medalla de plata de 200 mts el guajiro Anthony Zambrano, intervinieron y reprocharon la actitud del dirigente.
Mientras nuestros deportistas nos llenan de gloria cada vez los dirigentes deportivos muestran la misma cara que muestran los políticos colombianos. Una maldita verguenza.