La biología marina se define como la rama de las ciencias naturales que se concentra en el estudio de la vida en los océanos y manglares, con el fin de generar una comprensión integral de los procesos e interacciones que ocurren en el medio acuático.
Colombia es sin duda un país privilegiado por su extraordinaria biodiversidad, que incluye toda la flora y fauna presente a lo largo de nuestras costas tanto en el Océano Pacífico como en el Mar Caribe. Es por esto que la labor de los biólogos marinos colombianos es de gran contribución a nivel regional y merece un especial reconocimiento.
En esta ocasión la Diáspora les comparte la entrevista a Nataly Castelblanco, Bióloga Marina de la Universidad Nacional, con estudios de maestria en Brasil financiados por el programa de Estudantes-Convênio de Pós-Graduação (PEC-PG), y de doctorado en México con la obtención de la beca de Conacyt de este país. Actualmente Nataly trabaja para la organización estadounidense Oceanic Society y para Parques Nacionales de Francia; aunque sigue viviendo en México desde donde gestiona otros proyectos de conservación.
Nataly, en qué consiste el proyecto de investigación en manatíes antillanos que adelantas en El Colegio de la Frontera del Sur?
N: Mi trabajo de investigación con manatíes ha sido variado, he hecho estudios en comportamiento, morfología, dieta, etnoecología etc. Pero me he enfocado en la ecología y uso del espacio, dada su aplicabilidad clara e inmediata en términos de conservación.
Cómo ha afectado la presencia humana y la fragmentación del hábitat en la viabilidad de las poblaciones de manatíes antillanos?
N: Los manatíes no tienen predadores naturales, pero se encuentran en peligro de extinción debido a causas de origen humano (caza, las interacciones con redes de pesca y la pérdida del hábitat, entre otros). En particular la fragmentación tiene unas consecuencias importantes para la perpetuidad de la especie, ya que origina el aislamiento genético de las subpoblaciones.
Cómo describes la experiencia del trabajo de campo que realiza un biólogo marino? Qué talentos crees que debe tener quienes se encuentran interesados en esta área de investigación?
N: Es una experiencia maravillosa y enriquecedora; no cambiaría mi profesión por nada en el mundo. Pero se requiere de un buen balance entre el disfrute del trabajo de campo y la organización para aterrizar los hallazgos en productos compartibles y aplicables. Los talentos? Curiosidad, creatividad y mucha disciplina.
Qué estrategias se proponen para contribuir con la preservación de los manatíes antillanos y en general de las especies de mamíferos acuáticos que se encuentran viviendo en zonas cercanas a asentamientos humanos en el área de Centro y Sur América?
N: La estrategia clave es la educación y la participación de las comunidades locales y de los gobiernos en los procesos de investigación y conservación de mamíferos acuáticos. Pero en paralelo, debe continuarse con la investigación de calidad a nivel de pregrado y posgrado; que origine conocimiento base sobre la biología y ecología de estas especies.
Habiendo trabajado anteriormente en investigaciones en la zona de la Amazonía, Cuáles crees que son las potencialidades de esa región en cuanto a los recursos que ofrece y los proyectos de investigación que aún deben llevarse a cabo en esa zona?
N: La Amazonía es el área de mayor biodiversidad del planeta con una cantidad de recursos biológicos inimaginable. En el campo de la biología los proyectos son innumerables, y presuponen retos importantes en términos de recursos y viabilidad.
Desde tu experiencia trabajando en Centros de Investigación en Brasil y Mexico, cómo visualizas la situación de la ciencia y la tecnología en Colombia? Qué aspectos crees que deberían ser reforzados?
N: Lo que debe reforzarse es la óptica con la que se mira a la ciencia y a los científicos en Colombia. No es claro el objetivo que se persigue en términos de C&T; y cuanto está dispuesto el país a invertir en este sector. Algunos aspectos que considero claves son: inversión en las universidades públicas (a nivel pregrado y posgrado), reestructuración del sistema de ¨becas¨ (si, entre comillas), y un planteamiento claro de la reincorporación de científicos recién doctores/maestros al proceso laboral.
Crees que es posible hacer innovación sin invertir esfuerzos en la investigación en ciencias básicas?
N: Yo soy investigadora de especies en extinción. Esto nos exige respuestas aplicables en el corto y mediano plazo; es decir, innovación en estrategias y tecnologías. Sin embargo, me queda claro que estas soluciones no tendrían viabilidad si no contaran con suficiente información de ciencia básica. Ciencia básica y ciencia aplicada son piezas del mismo engranaje: si falta alguna de ellas, el quehacer científico sería una maquinaria sin sentido para la sociedad. Por tanto, la inversión en ciencia básica no debe ser relegada a un segundo plano.