Increíble, inconcebible, que todo un director del medio que se precia tanto, autodenominándose el programa que escuchan todos los formadores de opinión en Colombia, le dé, varias veces en una mañana, semejante retorcida a la verdad. Con látigo por todos lados y calificativos que por poco no llegaron a decirle bruto, torpe, imbécil… al presidente porque, salió con el cuento él, Darío Arismendi, que Santos había lanzado, “y en el exterior”, la noticia de que se iba a formar una policía rural con los guerrilleros de las Farc. Y esto dio pie a que el comentarista invitado, precisamente uno de los más críticos del Gobierno como el ex comisionado de paz (de Pastrana) Camilo Gómez saliera a aumentar el tamaño del “anuncio” y su diatriba hasta hablar de que serían guerrilleros sin entregar las armas, uno de los “engañabobos”, ese sí torpe, inventados para asustar incautos.
Pero lo de la “noticia” no es verdad: había quedado muy claro en todos videos de los noticieros ayer, tal como salió impreso en los periódicos –El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, enero 27 de 2015—, que simplemente el presidente no cerró la puerta a la posibilidad de que —luego del proceso de paz— desmovilizados de la guerrilla hagan parte de una policía rural. En respuesta a una pregunta, dijo con mucha claridad y franqueza que no lo había pensado, que no lo descartaba y que bien podría negociarse. ¿En qué se parece eso a decir que el presidente dio la noticia, como fue lo que presentó Arismendi y que desató tantísima y tan injustificada crítica? Y ¿qué tiene de malo lo que dijo? ¿Que no está explícito en la agenda? ¿Y qué? ¿No se puede ofrecer? Antes bien, pudiera ser algo magnífico. ¡Más responsabilidad, por favor!