Se acerca el regreso a las clases presenciales para los universitarios. Según la resolución 2157 de 2021 emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social, está permitido hacerlo sin límite de aforo.
Y como abrupto fue el cambio de la presencialidad a las clases mediadas por TIC y virtualidad, abrupto puede ser el regreso para muchos.
Instituciones que tienen horarios para trabajadores, se enfrentan al hecho de que, durante la pandemia, gran cantidad de estudiantes – trabajadores, acomodaron su vida a la nueva realidad del distanciamiento obligado; unos se devolvieron para sus sitios de origen, otros tomaron horarios de trabajo diferente.
La resistencia que vivieron al inicio de la pandemia, se repite en ellos, pero esta vez la presencialidad no da solución a su nueva situación, como si lo pudo hacer la mediación por TIC.
Se aducen tres grandes razones para el regreso a la presencialidad tradicional:
- Calidad de la educación: aunque autores como Keegan, plantean que el conocimiento es independiente del vehículo en el que se transporte o transmita, la cultura y la oposición al cambio de paradigma llevan a mirar de forma peyorativa las otras modalidades no clásicas.
En cuyo caso, un ministerio que otorga registros para educación virtual, todo un sistema educativo que lo avala, estaría mintiendo al promover la educación digital a sabiendas de que en el fondo tienen la percepción de baja calidad.
- Relación interpersonal: el trabajo en equipo, la comunicación con otros seres humanos; son aquellas competencias blandas que se deben desarrollar en la integralidad del estudiantado, pero estas se pueden y deben establecer como ya se hace en el mundo comercial y laboral a través de medios diferentes a la presencialidad clásica.
Las organizaciones establecen intranet, extranet, comercio electrónico, e-mails, software de gestión, y plataformas de comunicaciones. El dinero y las relaciones sostenidas por estos medios digitales, son reales y pueden ser fuertes o débiles, dependiendo del buen o mal manejo de las estrategias empresariales.
Nadie cuestiona esta forma ya necesaria de hacer negocios, nadie cuestiona la forma de establecer relaciones románticas y de amistad, de generar emociones utilizando los medios de comunicación electrónicos.
- Reactivación económica: miles de estudiantes utilizando el transporte público o privado, cafeterías, restaurantes, fotocopiadoras y ciber cafés representan un movimiento de la economía considerable, pero es desconocer que el mismo dinero se mueve en otros sectores, y descongestiona en cierta medida las ya atiborradas calles de las grandes ciudades.
El ministerio tiene una solución para lo anterior: que las instituciones soliciten registros calificados para programas a distancia o virtuales, o solicitar una modificación de los actuales.
En el mejor de los casos, esto se puede lograr en un año o más con el cumplimiento y evaluación de ciertas condiciones de la institución. Pocos quieren cambiar su modalidad por las percepciones culturales que ya mencionamos y porque dichos cambios implican también, una modificación de tarifas.
Todo esto se puede evitar con la ampliación del concepto de presencialidad, reconocer que hay una presencialidad que es independiente del medio y que funciona para muchas de las actividades humanas.
Decir que existe una presencialidad digital permite que el estudiante y las universidades conserven las características iniciales de registro, pero adaptados a los cambios que el entorno presiona con vehemencia.
Llegar a una polimodalidad es el futuro, que el estudiante escoja día a día como establecerá su conexión con el conocimiento; presencial, mediado por TIC de manera sincrónica o asincrónica, quizá a distancia y que la democratización de las modalidades otorgue más importancia al conocimiento, que al medio por el que este se obtenga.
Las instituciones volvieron flexibles sus horarios para acaparar y dar facilidad a los alumnos con compromisos laborales, llegó el momento de que se haga lo mismo en todo el sistema educativo; comprender que sus decisiones afectan una vida, un plan, unos sueños.
Permitir que este semestre algunos vayan acomodando sus condiciones nuevamente, sería de gran ayuda para un buen número de nuestros estudiantes.
