Cuando el recién elegido Gustavo Petro invitó a José Antonio Ocampo, el economista con todos los pergaminos académicos y la experiencia que se necesitaba para generarle confianza a su gobierno de izquierda, sabía que la tarea no iba a ser fácil.
La herencia del gobierno de Iván Duque en términos de déficit fiscal, el crecimiento económico estancado y las alarmas de las calificadoras de riesgo encendidas auguraban un camino espinoso por recorrer. La tasa de cambio y los intereses de los bonos del gobierno habían aumentado, reflejándose en un precio del dólar al alza, una fuerte y creciente inflación sumada a la urgencia de una Reforma Tributaria para financiar las prometidas reformas sociales del gobierno del Pacto Histórico volvían la tarea aún más complicada.
Pero Ocampo en los nueve meses que estuvo al frente de la certera supo sortear la adversidad y maniobrar en un mar crispado; el tiempo le está dando la razón, aunque, en esta conversación destaca que aún hay nubarrones en el horizonte. Hablo sin tapujos con la libertad de quien además esta ad portas de retomar su vida de profesor en la Universidad de Columbia en Nueva York.
JUAN MANUEL OSPINA: Con el tiempo ya de tu lado ¿Qué piensas de tu paso por la presidencia de Petro?
JOSÉ ANTONIO OCAMPO: Fue positiva, se necesitaba generar confianza en la economía colombiana porque digamos los primeros meses del gobierno fueron muy complicados, la tasa de cambio se disparó a más de 5.000 pesos, las tasas de interés de los bonos del gobierno que es con lo que se financia el déficit aumentaron dramáticamente. Había desconfianza. Hubo dos días que fueron mi pesadilla, que fueron el 20 y 21 de octubre, cuando todo estaba totalmente desordenado. Tocaba darle mensajes positivos al mercado.
JMO: Ocampo era el colombiano que tenía el reconocimiento para generar esa confianza. Una confianza que se había perdido en los mercados internacionales, el solo hecho de que José Antonio fuera el ministro dejó en claro: está complicado, pero estamos en buenas manos. No vamos rumbo a una locura, a una irresponsabilidad.
JAO: Bueno muchas gracias por la opinión. Y si a partir de fines de octubre, comienzos de noviembre, ya las cosas comenzaron a normalizarse, la tasa de cambio comenzó a bajar, las tasas de interés de los títulos del gobierno empezaron a bajar, entonces todo generó tranquilidad. Y tiene que ver con los desequilibrios.
JMO: Entremos a ese tema.
JAO: Empecemos por el primer desequilibrio que tiene que ver con la Reforma Tributaria. Se heredó una deuda pública muy alta, una de las más altas de la historia, pero también un déficit; un déficit que tenía dos componentes, el del gobierno nacional y el del fondo de estabilización de combustible porque el gobierno Duque había decidido no aumentar el precio de la gasolina ni el precio del ACPM pese a que los precios internacionales se habían disparado. De allí el alza que hubo que hacer, pero que terminará en noviembre. El ACPM, el año entrante.
El año entrante ya no hay déficit, que era enorme, y se fue corrigiendo gradualmente. Pero el gobierno nacional si tenía un déficit. Entonces ¿Cómo combina ese déficit, una deuda pública alta, con el financiamiento del gasto social, el programa principal del gobierno? La reforma tributaria es para poder financiar el gasto social.
JMO: ¿Con esta reforma y se puede financiar el gasto público?
JAO: Los programas de gobierno siempre hay aspiraciones más altas, desde siempre. Yo creo que el gasto del gobierno se estabiliza en un nivel alto y se irá normalizando. En principio con esta reforma tributaria y con otros ingresos previstos, ya se van a poder financiar los principales programas del gobierno.
JMO: Hay un factor importante y son los ingresos petroleros, ¿Cómo quedan situados en este contexto?
JAO: El déficit de este fondo de estabilización apagó la bonanza petrolera que teníamos. Si toda esa plata la hubiéramos hecho en gasto social sería muy bueno pero el próximo año con los dividendos que va a pagar Ecopetrol se va a pagar el gasto social.
JMO: Crees que ese trabajo fue bien hecho, el tuyo pasando por el Ministerio.
JAO: Esto fue objeto de largas negociaciones, me reuní con todos los grupos políticos y con los grupos empresariales, esa doble negociación fue larga. Mi jefe de prensa me llevaba la contabilidad de horas de reuniones, fueron 300 horas. Eso no incluye sesiones del Congreso.
JMO: Mirando para atrás puedes decir misión cumplida.
JAO: La Reforma tuvo tres objetivos básicos: el primero tener un sistema tributario más progresivo con las personas naturales y eso son dos elementos: el primero quitarles beneficios a las personas con ingresos altos, pero además ponerle un ingreso al patrimonio permanente; esto con base a que el patrimonio es lo peor distribuido que hay. Tuve una sola derrota, que el impuesto a las pensiones altas; ahí fui derrotado por el Congreso.
JMO: Demasiados intereses en juego.
JAO: El segundo objetivo fue una idea que tuve, los sectores que estuvieran en bonanza contribuyeran más al financiamiento del gasto social; como ocurrió con las bonanzas cafeteras en el pasado. Lo mismo debe ser con sector petrolero y el carbón. Eso tuvo un apoyo generalizado en el Congreso.
Obtuvimos dos cosas: un impuesto extraordinario mientras los precios internacionales estén altos que se va eliminado hasta que alcance la tasa normal. El segundo fue no permitir que las regalías que pagan las empresas de carbón y petróleo se pudieran deducir como en el impuesto de renta. El tercer objetivo fue volver más estrictas las normas contra la evasión tributaria. Yo fui el primer ministro de Hacienda, en el gobierno Samper en proponer cárcel para evasores y casi me matan. Mire el caso de Estados Unidos y Europa que tiene grandes personalidades en la cárcel por evasores. Esos fueron los tres objetivos y se lograron
JMO: ¿Qué falta para tener un sistema tributario como dios manda? ¿Que quedó faltando?
JAO: En realidad hay que hacerlo más progresivo hacia adelante. Colombia la tasa máxima de tributación sobre ingresos personales podría ser más alta. En Colombia la de empresas es muy alta y creo debería cambiarse la proporción: aumentar más el de las naturales y reducir el de las empresas.
JMO: Hoy tenemos un sistema tributario más progresivo.
JAO: Así es. Incluso me atrevo a decir que de América Latina. Vamos a ver los resultados; falta a ver el enojo de los contribuyentes
JMO: Hay un principio universal: a nadie le gusta pagar impuestos. Pero si la gente que están bien invertidos los recursos, la presión baja. ¿Cómo ves la cosa por el lado del gasto?
JAO: Por el lado del gasto hay dos temas. El primero son las prioridades que están en el Plan de Desarrollo, el sector rural es el que más recursos va a tener. Lo que es desarrollo rural que está asociado con un elemento que es dar beneficio de financiamiento a los pequeños productores, a los microempresarios.
JMO: La economía popular como la llama el presidente,
JAO: Hay mayores recursos para salud, un apoyo especial a las personas mayores que no tienen pensión, más recursos para cultura y tecnología. El segundo tema es la ejecución, que indudablemente está siendo muy baja en este gobierno. Puede ser por falta de experiencia de las personas encargadas de la ejecución. Gastar en el sector público es complejo.
Hay otro grupo de temas que es en la jerga de los economistas lo que llamamos macroeconomía. Hay dos grupos de temas, en los que hay acciones positivas y los que son todavía tiene interrogantes complejos. Los positivos están asociados a la generación de confianza que es reducir el régimen comercial del país que era muy alto; en la jerga, déficit de cuenta corriente.
El segundo el déficit fiscal del que ya hablamos y el tercero es la inflación, una de las pesadillas contemporáneas mundiales. Tienen ese problema de aumento de precio de alimentos, combustibles y fertilizantes que se ven afectados sus precios por la guerra en Ucrania. Hay avances.
JMO: En ese desabastecimiento ha habido alguna reacción de la producción nacional que ayuda a compensar eso.
JAO: Algo, pero eso es parte del programa toca impulsar. Eso es lo positivo. Se han controlado los desequilibrios macroeconómicos.
JMO: Cuales son los interrogantes
JAO: El más importante el crecimiento económico, En gran medida por el aumento de tasas de interés ya se frenó totalmente la demanda. En el segundo trimestre prácticamente no hubo crecimiento, afortunadamente eso no se ha reflejado en empleo, pero si continúa va a comenzar a afectar el empleo, las tendencias hasta ahora según la encuesta de hogares el comportamiento ha sido positivo.
Lo otro que preocupa son las exportaciones que disminuyeron bastante en valor. Por baja de precio, petróleo, el café, ahí me preocupa la tendencia, porque es muy importante tanto para el déficit comercial como para el crecimiento económico y el empleo.
Pronto Ocampo volverá a la academia en la Universidad de Columbia y entonces pasará a ser un estudioso de los efectos de la reforma tributaria que califica como la más progresista, que el lideró.
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