El Meridiano de Córdoba, rotativo que por casi dos décadas ha informado sobre el acontecer regional y nacional, ha focalizado últimamente su agenda hacia los hechos de alteración del orden público que acontecen al interior de la Universidad de Córdoba. Nos interesa resaltar en este espacio, el enfoque tan enfático evidenciado en el discurso, los adjetivos y las fuentes informativas a los que en los últimos dos años, ha recurrido este periódico para tratar la problemática del alma mater.
Son por todos reconocidos los logros que, en materia académica, ha ostentado la Universidad de Córdoba a lo largo de su vida de servicios. Ahí están sus más de 13 mil estudiantes matriculados en más de 20 programas de pre-grado y postgrado; ahí están los primeros puntajes de las pruebas Saber, en las áreas Ingenierías; ahí está el primer puesto nacional de la Licenciatura en Lengua Castellana, en el ranking de formación docente, entre más de 40 universidades, de acuerdo al estudio de la consultora británica Quacquarelli Symonds . Y ni qué decir de la Revista MVZ, la única con calificación AAA en el país, que es el pergamino más notorio y reputado en el campo de las investigaciones científicas.
El Meridiano en su interés por redactar ciertas páginas llenas de un confuso toque de ofensa se olvida de realizar un análisis riguroso de los problemas sociales que rodean los hechos al momento de cubrir los aconteceres con referencia a los desmanes que en ocasiones anteriores se han dado al interior del alma mater y dejan al descubierto por un estrecho hilo su ineptitud al tiempo de confrontar fuentes.
No cabe duda que las fuentes a las que acuden generalmente este periódico no son más que, le hacen caso omiso a leyes y transgreden vilmente Derechos Humanos, los mismos que en muchos casos reprimen a los académicos. Pues los mismos, me refiero a los gobernantes, la Policía, y al comandante del Ejército Nacional de la brigada XI, tildando sin confrontar fuentes, dejando a un lado quienes demuestran su inconformismo realizando actividades que para muchos ciudadanos le es nociva.
Algunas de las acusaciones a las que son sometido son: “Los estudiantes están infiltrados por las Farc”. Por el hecho de tener el rostro cubierto, por formar y dar un discurso al frente de algunos estudiantes curiosos. De hecho en reiteras ocasiones el Meridiano ha lanzado dardos sutilmente, como cuando utiliza cierto tipo de adjetivos que son nocivos para la comunidad en general.
Particularmente noto que en ciertos párrafos redactados por el periódico, al momento de cubrir la noticia de los infortunios dados al interior del campus, algunos suelen ser detallados y claramente focalizados, otros vagos y confusos. Es por ahí en donde comienza para Van Dijk lo que es la Discriminación en lo que a la prensa se refiere, también afirma que los perjuicios pueden ser incontables, asociando a los estudiantes con la violación de leyes, y por lo general este tipo de prensa nunca le da punto final a la noticia generando un estado de incertidumbre.
Por todo lo anterior, será que al Meridiano de Córdoba y en cabeza de quienes se encargan de la redacción les tocara hacer presencia al interior del alma mater para que esos jóvenes con destrezas en la lengua castellana les enseñen algunos sinónimos de los adjetivos nocivos que usan para engrandecer la brecha de desigualdad en la que vive Córdoba y en particular Colombia.
Y la ñapa, acaso al Meridiano se le olvidó que la universidad fue declarada por el estado colombiano como víctima colectiva por quienes en su ambicioso plan de refundar la patria, realizaron asesinatos sistemáticos en algunas latitudes del país, y en la cuna del paramilitarismo, Córdoba. Algunos de los profesores que no traicionaron sus ideales fueron conducidos junto con estudiantes perecieron. Y se encuentra en un momento de reparación, será que por el tipo de acusaciones que lanzan las fuentes de este periódico y en so pretexto de Refundación de patria, nuevamente los herederos de las AUC re victimicen a los integrantes de los estamentos que conforman la Universidad de Córdoba.