Los puestos diplomáticos se convirtieron en la mejor manera de lanzarle un salvavidas a los aliados del uribismo. El último fue su primer opcionado para dirigir el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Mario Javier Pacheco, un periodista nortesantandereano reconocido por ser opositor del trabajo que hace el CNMH tras afirmar que la institución debería "corregir su tendencia de culpar al Estado y a las Fuerzas Militares". La mediática reacción de la ciudadanía le tumbó su nombramiento que por un momento ya era un hecho. Sin embargo, el presidente Duque no lo desamparó y lo nombró Cónsul General en Ciudad de Panamá con un contrato de Ministro Plenipotenciario por el cual devengará aproximadamente 5.800 dólares mensuales.
Pacheco no es funcionario de carrera diplomática y tampoco ha ejercido un cargo diplomático ni consular en su vida.