Rebeca Escobar es la médica de planta en el segundo Centro de Servicios Amigables en Salud Sexual y Reproductiva que abre el Distrito. Su trabajo: realizar abortos legales a las mujeres que lo soliciten. Tiene 26 años y se graduó hace año y medio de medicina en la Universidad de los Andes. Aun usa la bata con el logo de la universidad.
El Hospital de Suba, como muchos, tiene sus pasillos bordeados por filas de personas, que esperan tratamiento o que hacen papeleo y recorren con y sin paciencia los vericuetos kafkianos de la salud en Colombia. Aquí, en cambio, no hay congestiones ni ruido. La espero en una salita con muebles de diseño, negros y fucsia. Unas mariposas de vinilo decoran la pared. Junto a mí se sientan dos mujeres. Una repasa, concentrada, las fibras de la alfombra, los cordones de sus zapatos, no levanta nunca la mirada. La segunda me mira y sonríe tímidamente. Ambas esperan, papeles en mano, el turno de su consulta.
En los primeros cuatro meses del año, en el Centro se practicaron 56 IVEs y llegaron 67 solicitudes, en su mayoría entre los 18 y los 25, pero se registran 4 casos de mujeres mayores de 40 y 3 casos de menores de 14 años. Hubo 6 solicitudes de IVE por causal violación, 3 por malformación y el resto por causal salud. Se realizaron 804 citologías, se realizaron 85 pruebas de VIH, se dio asesoría en educación sexual a más de 200 mujeres y en total se vieron beneficiadas 1500 pacientes.
Rebeca es una de las pocas médicas que se atreve a hablar abiertamente de este tipo de procedimientos, en general, los médicos brillan por su ausencia en los caldeados debates sobre aborto que se dan en el país.
¿Por qué no se habla públicamente de estas prácticas?
Los médicos participan muy poco en el debate por toda la estigmatización. Muchas veces después no les dan trabajo si se enteran que están a favor de realizar el procedimiento. Sin embargo hay médicos que no tenemos ningún tipo de problema en decirlo. Desde la parte médica no hay un debate, o no le veo inconvenientes, es un procedimiento médico como cualquier otro.
¿Qué opina sobre el argumento de que “la vida es sagrada”? Médicamente ¿un embrión o un feto, es vida o no es vida?
Hay muchas discusiones al respecto. Muchos dirán que cuando el feto nace aún no ha terminado de desarrollar su sistema nervioso, que es uno de los puntos que se usan para definir la vida, es decir, que uno pueda sentir dolor o algo. Pero muchos médicos dicen que desde la fecundación es vida. Otros dirán que a partir de que se desarrollen ciertas estructuras.
Para mi la que toma la decisión es la mujer, la que es dueña de su cuerpo es la mujer, y la que toma la decisión sobre ese embrión o feto es la mujer.
¿Y si esa mujer es religiosa?
Cuando una paciente que es religiosa llega con ese dilema de que su religión le prohíbe el aborto pero igual necesitan interrumpir el embarazo yo dejo que ellas lo negocien con su dios. Yo no soy religiosa, y si lo fuera no trabajaría con la biblia en la mano porque este es un país laico.
¿Los médicos en Colombia son reticentes a la hora de realizar abortos?
Son reticentes, sí, a pesar de que en la universidad son muy abiertos, y muy frescos con el tema es muy difícil ver a un médico que esté dispuesto a seguir todo el proceso, que va desde la consulta, hacer el procedimiento, y el acompañamiento posterior. Probablemente porque hay mucho desgaste emocional. Muchas veces prefieren llegar hasta la consulta y que otra persona sea la que realice el procedimiento. Aquí lo que hacemos es que yo acompaño a las pacientes de principio a fin.
¿Cómo es eso del desgaste emocional?
Acá vienen pacientes muy angustiadas, porque están en situaciones muy difíciles, y bueno, se descargan conmigo. He oído historias terribles, por ejemplo una señora, la echaron del trabajo y entonces tuvo que trabajar en prostitución. Después se fue al Casanare y allá la secuestraron, la violaron y la dejaron embarazada. Ella se tuvo que volar con la poca ropa que tenía puesta, atravesando el monte, dos ríos, echando dedo en la carretera, hasta que llegó a Bogotá y llegó aquí, embarazada y buscando un aborto.
Sobre todo llegan mujeres que son maltratadas por la pareja, que las obliga a tener relaciones o relaciones sin preservativo. Es muy común que las parejas se nieguen a usar preservativo y así quedan embarazadas.
¿Y esa es la razón por la que los médicos no practican la IVE?
Hay muchas razones. Una es que no tienen el equipo, no solo el equipo técnico sino humano, otros médicos, enfermeras, que los ayuden en el procedimiento. Y en caso de que el médico lo realice todo el hospital se le va encima, sus enfermeras lo juzgan. También hay mucha doble moral, muchos médicos dicen, yo soy pro aborto pero yo no lo realizo, entonces eso no es estar a favor de la elección de las mujeres.
¿Cuál es su postura frente a eso?
A mi me parece que es nuestro deber. Para mi una intervención de este tipo es un procedimiento, lo mismo que pasa cuando a uno le van a sacar el apéndice. Para mi es lo mismo, es una solicitud de la mujer, están las causales, está la sentencia de la Corte Constitucional. Como médicos nuestro deber es cuidar la salud de la mujer, hacerle caso a la Corte, y en el caso en que se nos presente una mujer entre las causales, pues ponerle la menor cantidad posible de barreras.
¿Cuál es la causal más frecuente?
Lo que más vemos acá es la causal salud, yo creo que el 90%. Llegan pacientes… por ejemplo hubo una que tiene 3 hijos, y el hijo mayor tiene un trastorno psiquiátrico y dentro de su trastorno es una persona muy agresiva. Ella estaba embarazada y el hijo le pegó, entonces tuvo un aborto séptico muy complicado. El segundo hijo tiene un retraso mental severo entonces esta paciente tiene que estar pendiente de estos dos niños y una niña de un año, y es madre soltera. Ella está en tratamiento psiquiátrico y quedó embarazada de nuevo después del aborto que le ocasionó su hijo, en esas condiciones estaba cuando vino al Centro. Ahí uno puede ver muchas cosas que remiten a la causal salud física y mental. Los casos de malformaciones son menos frecuentes, pero es que esos se diagnostican en embarazos más avanzados.
¿Cree que deben ampliarse las causales de la sentencia?
Yo creo que causales no debería haber, que debe ser decisión de la mujer, es su cuerpo y ella es dueña de su cuerpo. Pero digamos la Corte fue muy amplia en la sentencia. La causal salud es muy importante, los médicos tenemos que encontrar la manera de aplicarla. La salud no es solo física no es “estoy bien, no me duele nada” hay que entender la salud como un estado de bienestar físico, psicosocial, mental, y todo eso hace parte de la causal salud.
¿Es verdad que realizarse un aborto es muy peligroso?
No. La mayoría de las estadísticas que dicen que un aborto es peligroso se refieren a clínicas ilegales. En estos lugares se realizan los procedimientos en condiciones antihigiénicas, pueden llegar al sangrado y a complicaciones mayores. Si uno se entera de que existe alguna uno debería, como médico, denunciarlas, espero eso sí, sin romper el secreto profesional de la paciente. De todas formas, las clínicas ilegales no deberían existir dado que está la sentencia y dado que es obligatorio para todas las Ips contar con alguien que les realice el procedimiento.
¿Cómo es el procedimiento para realizar la IVE?
Nosotros dividimos el embarazo en edad gestacional. Hasta la semana nueve podemos dar a la paciente un embarazo por medicamentos, entonces uno le entrega los medicamentos a la paciente y ella va y se los toma en su casa y después se hace chequeo. También se le puede ofrecer un Ameu, que es una aspiración manual endouterina que es un procedimiento ambulatorio de primer nivel de complejidad que es muy sencillo, uno hace una dilatación a la mujer y posteriormente con una jeringa uno genera un vacío y realiza la aspiración. Ese es el procedimiento más seguro recomendado por la OMS, al menos en las etapas tempranas.
Lastimosamente es el procedimiento que menos se usa. En toda Colombia se sigue utilizando el legrado, que es más peligroso e invasivo.
¿Y por qué se sigue utilizando el legrado?
Por desconocimiento. El equipo para el Ameu es de fácil acceso en Colombia pero los médicos no saben usarlo. En las facultades de medicina a un médico general no le enseñan a practicar una IVE. Uno lo aprende es por interés personal. Pero oficialmente no se enseña en ninguna universidad.
¿Por qué?
Hay muchas limitaciones. El pénsum de medicina viene ya pre-estructuado con unas horas unas asignaciones y lo que enseñan en ginecología es muy poco. También los profesores están familiarizados es con los legrados, entonces ese procedimiento, aunque ya es casi obsoleto, es el que más se enseña. Son pocos los ginecólogos que conocen el procedimiento del Ameu y es raro que realicen una IVE sin hospitalizaciones de dos y tres días cuando el procedimiento debería ser ambulatorio.
¿Usted cómo aprendió?
Hice una capacitación en una Ips especializada en servicios sexuales y reproductivos, de dos semanas. Allá hice rotación con médicos, vi como se practicaba el procedimiento.
¿Por qué de todos los campos escogió este?
Por la satisfacción de la mujer cuando las atendemos. Son mujeres que uno las está ayudando, que les pone las menores barreras posibles, que las trata con dignidad. Acá tenemos una sala para atención personalizada a donde pueden entrar solas o con un acompañante, una sala para los procedimientos y otra para que las mujeres se sienten un rato, media hora, en unas sillas reclinables muy cómodas donde pueden descansar. Lo que queremos es que todo sea lo menos agresivo posible. Ellas salen muy aliviadas, se les ve en la cara, eso es lo que me da más satisfacción de mi trabajo.
En la oficina de Rebeca una pequeña ventana deja ver las casitas de Suba amontonadas como un pesebre. El viento trae, por momentos, el zumbido de la gente en la calle. Al salir vuelvo a pasar por la sala de espera. Ha llegado una tercera mujer.