El modelo económico colombiano vigente se basa en la extracción de commodities. La fórmula que se pretende utilizar es sencilla: bajos impuestos para atraer mucho capital extranjero y venta de productos sin valor agregado que se estén cotizando a la alta en los mercados internacionales. La idea es vender productos caros sin trabajar mucho y sin capital inicial. Algo que desde el principio parece… digamos: contraintuitivo.
Según la versión de bolsillo de la teoría de la división internacional del trabajo el papel de Colombia es exportar materias primas y frutas tropicales, porque tiene unas ventajas geográficas que le permiten seguir ese modelo de desarrollo. Sin embargo, esas ventajas hay que ponerlas entre comillas ¿Ventajas sobre quién? ¿Quién dijo que esas eran nuestras fortalezas y qué tanto sabía de Colombia?
Lo mejor sería evaluar nuestras condiciones geográficas, geológicas y demográficas, antes de escuchar a un montón de entidades extranjeras e internacionales decirnos cuáles son.
¿Colombia es potencia por naturaleza? Sin duda alguna estamos en un país con una gran diversidad de especies, con todos los pisos térmicos, debajo de la órbita geoestacionaria y con salida a los océanos Atlántico y Pacífico. Pero las riquezas naturales de Colombia han sido exageradas en las escuelas para convencernos de la conveniencia del modelo extractivista. Se nos ha dicho que la industria es una actividad depredadora y contaminante para creamos que las exportaciones de petróleo y café pueden ser la base de una economía.
Pero en materia de competitividad, Colombia no es el único país en donde se da el café o las papas, y no es el más extenso de ellos, los precios de los productos tropicales siempre estarán supeditados a los volúmenes de producción de otros países. Lo mismo podría decirse de los recursos minerales, los países con más territorio, como China, Australia y Estados Unidos tienen muchas más reservas que Colombia, dejando a nuestros exportadores sujetos a variaciones de precios incontrolables.
Respecto al petróleo la situación es aún más ridícula, el Estado Islámico rápidamente se acerca a igualar el número de barriles exportados por Colombia. Mientras nosotros nunca alcanzaremos los niveles de producción de Arabia, Irán, Estados Unidos, Rusia o Venezuela.
¿De qué sirve tener salida a los dos océanos si no hay una interconexión? ¿Qué tiene de bueno estar bajo la órbita geoestacionaria si no lanzamos satélites propios?
Otra “ventaja” comparativa de la que se nos ha querido convencer es la mano de obra barata. Enorgullecerse de pagar mal a los trabajadores es de por sí ridículo, pero lo es aún más cuando consideramos que países como China, India e Indonesia podrían reírse de nuestra población. Nuestra fuerza laboral está lejos de competir con la de ellos.
Colombia cuenta con unas moderadas reservas de petróleo, energía solar a lo largo del año y una alta pluviosidad. Tiene los recursos energéticos necesarios para alimentar un aparato industrial poderoso y, la necesidad fabricar productos con valor agregado para convertirse en un país próspero, porque a la hora de la verdad no somos potencia por naturaleza.
@QuarkErratico