En los últimos días de su administración, el exgobernador Eduardo Verano de la Rosa le entregó la administración del Hospital Universitario Cari a un grupo de empresarios privados cuando además Elsa Noguera ya había sido elegida como nueva gobernadora. Noguera le pidió a Verano y a Ulahy Beltrán, gerente del hospital, detener el proceso de adjudicación para asegurar previamente la recuperación financiera del centro hospitalario. Ambos se negaron a hacerlo y precipitaron la decisión, dificultándole la actuación a la nueva gobernadora. El Cari es un centro de alta complejidad que tiene graves problemas económicos y administrativos, y es vital para la atención de miles de habitantes del departamento.
El contralor Felipe Córdoba encontró el desapacho del gerente Beltrán desocupado y sin funcionarios para atenderlo. Córdoba visiblemente molesto afirmó que "Dios quiera que no desafíen a la Contraloría porque la ley hay que cumplirla".