El año pasado en la gran mayoría de los países del planeta no se pudo conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores con las grandes movilizaciones que tradicionalmente se realizaban. Todo por culpa del partido comunista chino, que incuestionablemente es el causante de todas las calamidades que vive la especie humana con el COVID-19, al no dar una alerta temprana sobre lo que representaba la peste. Nada le importó a la nomenclatura china los estragos que iban a sufrir en el mundo, mujeres y hombres de distinta condición por el virus. Entonces, esta fecha le debe de servir a los trabajadores para defender la democracia y repudiar al totalitarismo comunista.
El sábado 1° de mayo se conmemora una vez más el Día internacional de los Trabajadores, recordando a los mártires de Chicago, que hace 135 años ofrendaron su vida en defensa de la libertad y por mejores condiciones de vida y de trabajo; subrayando que estos héroes seguían las enseñanzas de la Primera Internacional de los Trabajadores en el siglo XIX, en donde los ideales libertarios aplastaron los dogmas totalitarios de Karl Marx, quien consideraba al Estado como una especie de yugo bienhechor, para poder llevar a los pueblos a la miseria como condición necesaria de la existencia de una dictadura comunista. Lo anterior sería una demostración monumental para que el marxismo con sus diferentes divisas ya no existiera sobre la faz de la tierra, porque es una aberración anti-histórica.
Es falso que el marxismo sea la teoría revolucionaria para la emancipación de los trabajadores, debido a que como lo enseñó la Primera Internacional, “la emancipación de los trabajadores es obra de los propios trabajadores”, sin partidos comunistas de ninguna laya, por lo que hay que ser enfáticos en que la lucha de clases es una patraña marxista para sembrar el odio y la violencia, en vista de que lo que les importa a las élites comunistas es el poder eternamente, además como lo hemos afirmado en otras oportunidades, las clases existen en los animales y las plantas, pero los seres humanos somos únicos e irrepetibles.
La perorata comunista dice que con la abolición de las clases se viene la extinción del Estado, lo que causa hilaridad, cuando se sabe que con el comunismo en el poder sin importar el pelambre, se busca tener a las naciones sometidas a dictaduras perpetuas, ¿entonces cuál abolición del Estado? Por eso los libertarios anticipándose a lo que sucedería con los marxistas manejando el Estado, ridiculizaron y desenmascararon al señor Karl Marx en el siglo XIX.
Desde esa época al marxismo se le ha considerado como una simple patraña burocrática de engaño al proletariado, teniendo ejemplos al canto del fracaso antropológico e histórico del comunismo totalitario en la actualidad, en casos como Cuba, Venezuela y Norcorea, y por ese camino pretenden conducir a las naciones latinoamericanas, colocándolos bajo la tiranía del socialismo del siglo XXI.
El sacrificio de los mártires de Chicago (cuyos nombres eran Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer y George Engel) no fue en vano, y mundo mejor es posible como ellos lo soñaron, pero sin la mezquindad del capital especulativo improductivo y sin estatismo de la secta marxista leninista que busca mediante la barbarie someter a los demás mortales a sus instintos insanos, de ahí que los seguidores de Marx y sus simpatizantes, si supieran discernir lo que significa el día de los trabajadores les debería dar pena conmemorarlo, pues los mártires de Chicago nunca compartieron los sofismas marxistas que como lo dijimos antes, se basan en la miseria de las masas para volverlas más sumisas a las camarillas comunistas.
Las luchas sociales que realizan los trabajadores se fundamentan en la solidaridad, porque la justeza de la protesta debe de ir encaminada hacia las reivindicaciones efectivas. Rechazando la infiltración de agentes de grupos narcoterroristas, en vista de que a dichas bandas armadas no le interesa el bienestar de los trabajadores, porque con su credo comunista totalitario lo que pretenden es tener a los obreros y campesinos de masa de maniobra, para satisfacer sus apetitos burocráticos, lo que demuestra que el marxismo-leninismo por antonomasia es enemigo de los pueblos.
El comunismo con sus diferentes disfraces en Latinoamérica ultraja la memoria de Bolívar, Martí, Zapata, Pancho Villa, Sandino, Gaitán y hasta Perón, entre otros, usándolos para sus ambiciones dictatoriales, y de la misma manera se aprovecha de fechas importantes como el 1° de mayo, desconociendo la historia, en aras de objetivos inescrupulosos y atentando en contra de la independencia sindical la cual enseñaron con su sacrificio los mártires de Chicago.
El 1° de mayo es antagónico al marxismo que reprime la libertad individual cuando está en el gobierno, y que busca en Colombia tomarse el poder para montar una dictadura, cuya burocracia parasitaría con los bienes públicos oprimiendo y expoliando a la población; por eso el cuento acerca de que al comunismo no se puede decir que es malo, porque no ha gobernado al país es una falacia, pues a Colombia tampoco la han gobernado los nazis, los fascistas o los racistas y por esa razón esas doctrinas perversas no dejan de ser deshonrosas, de la misma manera el totalitarismo comunista no ha gobernado, pero los espejos en otros pueblos del mundo demuestran lo cruel, inhumano y degradante de los regímenes marxistas que son responsables de más de 140 millones de asesinatos desde el asalto bolchevique en 1917 en Rusia.
En este 1° de mayo de 2021, el sindicalismo democrático que tiene capacidad de movilización y poder de convocatoria en el país, recordando el sacrificio de quienes dieron la vida por un mundo mejor en donde no haya opresión política o económica de ninguna especie, está invitando en el Día Internacional de los Trabajadores a conmemorarlo en las diferentes ciudades, y se aspira que las manifestaciones de este año sean masivas al no poderse realizar el año pasado por culpa del COVID-19, cuya responsabilidad en el origen y propagación por el mundo es del partido comunista chino. Resaltando que inequívocamente los dirigentes sindicales son los representantes genuinos y naturales de los trabajadores, y su liderazgo no se puede poner en duda, pues hay personas que usan entelequias para desvirtuarlo, principalmente los seguidores del comunismo totalitario.