Las REFORMAS van a pasar sin problemas. Ya pasó la Tributaria y la de la Salud va muy bien, en cambio, las marchas no sirven sino para dejarse contar y quedar en ridículo porque la gente está trabajando y no pueden salir a apoyar así lo quiera.
Lo importante son los acuerdos políticos que se dan en todas las democracias: hay que ceder en unas cosas y pararse en la raya con otras. Contrario a lo que algunos piensan, los proyectos deben ser debatidos como lo manda la Carta Magna. Si el presidente Petro no la tuviera clara después de treinta años en el Congreso sería otra cosa, pero él sabe que hay que pedir demasiado para lograr darle a la discusión la oportunidad de un “gana gana”. Y todos contentos.
No desgastemos la posibilidad de la marcha sino en casos extremos de los que sí debemos estar pendientes porque los ataques contra el Gobierno y sus funcionarios no tienen límite y nunca antes vistos. No bajemos la guardia, pero apoyemos por las redes y debemos tener mucho cuidado por quienes votaremos este año porque saldrán “petristas falsos” hasta de debajo de las piedras.
Si las reformas propuestas pasan así sea con adiciones o cambios producto de los acuerdos se le deben achacar única y exclusivamente al presidente que desde su campaña las planteó y no a la oposición quienes seguramente saldrán a cobrar triunfos que no se merecen. Lo demás es lo de menos …