Pareciera que se tratara de otra alcaldesa, la que en medio del tercer pico, con el mayor número de contagios y muertes que ha vivido Bogotá, estuviera, sin condiciones, decretando la apertura total de la ciudad.
Nada que ver con la alcaldesa de comienzos de la pandemia ni en el segundo pico de enero a febrero de este año, cuando se realizaban comités epidemiológicos todos los lunes, se evaluaba y se tomaban medidas, casi siempre drásticas para controlar los contagios por la velocidad de la pandemia.
Aparecía siempre una alcaldesa dura e imperativa, muy enfática con las ordenes que daba, amenazante y dispuesta a castigar a quien no cumpliera las medidas. La vida era el imperativo y las consecuencias económicas poco eran tenidas en cuenta, como ocurrió incluso con los últimos ensayos del 4 x 3 sumado al pico y cédula que limitaba la apertura del comercio los viernes durante el fin de semana.
La declaratoria de la primera cuarentena llegó hasta mayo de 2020. Foto: Alcaldía de Bogotá
Con su intensidad, Claudia López logró poner al país a presionar a todos los alcaldes, con el coro general de “cuarentena ya” e incluso forzó a que el Presidente Duque adelantaba la cuarentena una semana antes de lo previsto por el Ministro de Salud Fernando Ruiz. Decretó incluso una cuarentena pedagógica, un simulacro que empezó el 19 de marzo, mientras el Presidente declaraba la cuarentena total el 24 de marzo. Entonces Bogotá solo tenia 77 casos de covid según el sistema Saludata.
Solo habían pasado 14 días desde que se reportara el primer contagio en el país, pero la alcaldesa había pedido medidas restrictivas. Tanto, que chocó contra el presidente Iván Duque por considerar que el decreto nacional había sido demasiado “laxo” haciendo que miles de personas salieran a trabajar.
Ordenes presidenciales son ordenes y hay que cumplirlas, pero desafortunadamente el decreto de #CuarentenaNacional es mucho más laxo y lleno de excepciones a negocios, lo cual obliga a la gente a salir a trabajar! #SimulacroVitalBogota era más restrictivo y la gente lo cumplió.
— Claudia López 👍 (@ClaudiaLopez) March 24, 2020
Aunque las medidas de restricción empezaron a relajarse en abril, López decretó cuarentenas por localidades, empezando en Kennedy el 10 de mayo. El cierre de la localidad se dio con 719 datos en la localidad, según Saludata, pero el aumento de casos siguió a pesar de estas medidas y forzando a más cierres durante junio y julio.
De esta fecha surge su polémica frase sobre la reapertura del aeropuerto El Dorado: la mandataria aseguró el 20 de abril que el aeropuerto, que se planeaba abrir dos meses después, sería abierto “sobre mi cadáver”. Dicho día completó 110 contagios en la ciudad, y la ocupación de camas UCI destinadas para covid, que en ese momento eran poco más de 500, era inferior al 30%.
La alcaldesa fue extremadamente fuerte en sus declaraciones al inicio de la pandemia. Foto: Leonel Cordero - Las 2 Orillas
Este ejemplo del aeropuerto muestra los bandazos que ha dado la alcaldesa. La reapertura de El Dorado se aplazó en el momento más crítico del primer pico de la pandemia, con 3500 casos diarios y ocupación de camas UCI cercana al 90%, pero el 1 de septiembre el aeropuerto fue reabierto hasta para vuelos internacionales. Incluso en medio del segundo pico, la alcaldesa viajó a unas vacaciones en el exterior.
Otro cambio marcado de opiniones ha sido dado con la reapertura económica de la ciudad. La alcaldesa intentó reabrir los centros comerciales el 7 de junio, pero a los pocos días los volvió a cerrar por el primer pico de la pandemia. A pesar de que la reapertura tenía una ocupación inferior al 50% de camas UCI el 7 de junio, a los pocos días la tasa se multiplicó. López negó la culpa de la decisión de reapertura y pasó la pelota a los días sin IVA decretados por la Presidencia.
De hecho, las reaperturas en distintos sectores han coincidido con aumentos de los picos. Las cuarentenas por localidades que se extendieron hasta septiembre afectaron gravemente a sectores comerciales en Kennedy, Suba y Los Mártires. Los primeros intentos de reapertura de sectores como el gastronómico y las clases debieron esperar a que la ocupación de camas UCI estuviera por debajo de 60%, algo que se dio finalmente en la primera semana de septiembre.
Los comerciantes de sectores como San Victorino prefirieron violar las cuarentenas a quedar en quiebra. Foto: María Fernanda Padilla - Las 2 Orillas
Por esto causó tanta indignación la decisión de la alcaldesa de adelantar la reapertura en medio de un tercer pico que se ha ensañado con los bogotanos. A pesar de tener semanas de 1000 muertes y 60.000 casos, la Alcaldía dio vía libre para una reapertura de los sectores que quedaban por abrir, con las únicas excepciones de las discotecas, estadios deportivos y eventos masivos.
López aseguró que esta situación fue presionada por el paro y las manifestaciones multitudinarias de las primeras semanas. La ocupación de UCI completó un mes por encima del 95%, mientras que los cierres en los picos anteriores se dieron con ocupaciones entre el 60 y el 70%. Si bien la situación económica es crítica y la sociedad bogotana no soporta más cierres, la pandemia en Bogotá es otra crisis que ha pasado a un tercer plano, excepto para las centenares de familias que han sido afectadas.
