Si usted es hombre y en algún momento de la vida se encuentra a una mujer, por favor… ¡no la viole!
Si está vestida con minifalda, o tiene un escote pronunciado, o tiene pantalón corto, o descaderado, si tiene ropa transparente, sandalias muy sexis… no la viole.
Si por el contrario, tiene pantalón o falda larga, talle alto, cuello tortuga, hábito de monja, burka, pañal desechable porque es una bebé o una señora con incontinencia, por favor… no la viole.
Si está alegre y sus carcajadas son muy sonoras, si se acerca mucho a usted y se nota cariñosa, por favor no la viole.
Si está tomando unas pocas copas o borracha casi sin sentido o si se queda dormida… no la viole.
Si ella despierta deseo o pasión en usted, pero no siente lo mismo o no quiere llegar a tener sexo… no la viole.
Si usted le gusta y ella le gusta a usted, si coquetean un ratico y ambos sienten deseo sexual y buscan la ocasión y de pronto ella se arrepiente… no la viole.
Si le pide un aventón y usted se ofrece a llevarla a la casa, aunque ella le permita entrar y hasta tomen licor juntos, no la viole.
Si usted se encuentra libidinoso, si está alta su arrechera, y aunque usted también piense que ella es una arrecha… no la viole.
Si una mujer es “hija de papi y mami”, o si es trabajadora, o estudiante, si es analfabeta o habitante de la calle… no la viole.
Si baila cumbia o merengue, o tango, o salsa o reggaetón o no baila nada: no la viole.
Si le encanta el trago y hasta otras sustancias psicoactivas, o es abstemia, no la viole.
Si sale sola a la calle, o muy temprano, o muy tarde, si camina, maneja moto o carro, silla de ruedas o es ciclista... no la viole.
Si tiene cabello largo y sedoso, o cabello corto, piel suave y lustrosa, dientes perfectos, o está sin cabello y desdentada… no la viole.
Si es una chica fácil o una chica difícil, si le gustan los hombres o las mujeres o personas de ambos sexos... no la viole.
Si es una mujer biológica o mujer travesti, transformista, transgénero… no la viole.
Si es desconocida o conocida, amiga, novia, esposa… por favor, no la viole.
Pero también… si usted es un hombre o una mujer y encuentra a una mujer que ha sido violada…
No la revictimice, no piense que es culpable, que miente o que se lo buscó. No busque en sus características, sus hábitos o sus comportamientos las razones o justificaciones para lo que pasó.
No piense que a algunas les gusta o algunas denuncian para armar coartadas, sacar pretextos o “montar videos”.
A ninguna mujer le gusta que la violen. Ninguna lo disfruta, ninguna lo está buscando. Y sobre todo: nada justifica las violencias en contra de las mujeres.
Ningún hombre ni ninguna mujer, tiene derecho a ejercer violencias en contra de las mujeres ni a justificarlas.
Está en nuestras manos terminar, para bien de todas y de todos, con este engendro que tiene nuestra cultura. No son posibles las primaveras si hay violadores sueltos y si encontramos justificaciones para sus vilezas.