Con las nuevas tecnologías y plataformas de aprendizaje, es cada vez más difícil ser nini, es decir que ni estudie ni trabaje.
A menos que se viva en una región apartada, con nula conectividad porque no llega la señal de internet, adquirir conocimiento gratuito y de calidad nunca antes había estado tan al alcance de la mano.
Ya sea para aprender idiomas, en amenas y efectivas plataformas como Duolingo, o para especializarse en cualquier tema con las mejores universidades del mundo (estoy hablando de Harvard, Cambridge, Oxford, MIT, Columbia, etc.), también gratis, vía plataformas como Edx o Coursera, hay muy pocos pretextos para no sacar un tiempito para aprender algo.
Simplemente se requiere determinación, disciplina y constancia, y no pasársela pegado a las redes sociales, por lo general superficiales.
Y esta formación de primer nivel, en cuestión de días o semanas, puede a su vez capacitar a cualquier persona para encontrar un mejor empleo o hallarlo más fácilmente.
Por eso cuando un funcionario o mandatario mediocre sale a decir que en su región o país hay una alta proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis) es porque ellos mismos no han sabido estimular el autoaprendizaje como política de gobierno.
Mucho ayudaría, por ejemplo, que en las ciudades o en los pueblos pusieran puntos de internet gratuitos para que incluso personas de escasos recursos puedan conectarse.
Y que lanzaran campañas masivas invitando a la gente al autoaprendizaje en alguna de estas plataformas gratuitas que menciono.
Por su parte, jóvenes que se excusan a sí mismos como ninis a veces es por simple pereza, porque no se han propuesto meterle la ficha a aprender algo por su cuenta, de forma autodidacta.
Así que invito a la audiencia a no desaprovechar estas cada vez mayores oportunidades para aprender algo útil, de calidad, y lo que es mejor: gratis.
