Últimamente abundan en medios televisivos y digitales, pero sobreabundan en redes sociales, videos de linchamientos de “presuntos” delincuentes, lo cual ha causado una profunda indignación en las autoridades competentes, pues estas con el mayor de los descaros, aseguran que en Colombia, hay una justicia que sirve y opera, ¡que rico sería vivir en esa Colombia!
Y es que a diario, bien sea por medios o por voz a voz, nos enteramos como criminales de distinta peligrosidad cobran de nuevo su libertad, por diferentes factores llámense estos, casa por cárcel, beneficios, vencimiento de términos etc.
Al parecer a los administradores de justicia les indignan estos actos, pero créanme, más le indigna al ciudadano de bien, ver como aquella persona que horas antes intentó o logró cometer su fechoría es dejado en libertad por X o Y leguleyada, y ante tal indignación, la reacción más obvia y justa que cualquier ser humano pueda tener es la rabia, y produce más indignación y más rabia ver como quienes deberían proteger y garantizar los derechos de las víctimas, terminan protegiendo al victimario.
Otra cosa que causa indignación es ver como hay quienes justifican a los delincuentes por la falta de oportunidades, y me pregunto ¿acaso los Nule, los señores de Interbolsa, Simón Trinidad y Jorge 40 eran personas sin oportunidades que tuvieron que recurrir a la delincuencia como medio de subsistencia?
Y para terminar de condimentar ese caldo de cultivos, tenemos una justicia selectiva que mide con un racero distinto a la hora de actuar, y de perseguir, o que sentirá en éste momento aquella víctima de violación cuando ve que su agresor no es recapturado simplemente porque la víctima no se llama Jineth Bedoya y no hay un escándalo mediático en torno a su caso.
La solución a los linchamientos está en manos de todo el aparato judicial, y estos se acabarán el día en que la policía llegue a tiempo a capturar al delincuente, la fiscalía presente las pruebas en el tiempo requerido, los jueces envíen al criminal a la cárcel y las penas sean consecuentes con los delitos, y así se nos puedan garantizar la seguridad y la justicia a todos los ciudadanos.