Una de las características de la izquierda es que ellos, como representantes exclusivos de la moral y de la honestidad, se colocan en un podio ético. Los otros, el centro y la derecha, por el contrario representan la venalidad y la corrupción. La realidad no es así. Sin insinuar —lo que sería una burrada— que los del centro y la derecha son todos honestos e incorruptibles, la izquierda en América Latina ha dado fehaciente demostración de un nivel de corrupción y venalidad que haría palidecer de envidia a los exdictadores Fulgencio Batista en Cuba, a Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, a Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana y a Juan Domingo Perón en Argentina.
Veamos una breve lista de algunos corruptos:
Los chavistas y el ‘Socialismo del Siglo XXI’: Cuando se escriba la historia del Socialismo del Siglo XXI, de Hugo Chávez y de su familia, y de la gente que los rodea, se va a saber que esta gentuza, que lleva cerca de 16 años en el poder, es posiblemente el régimen más corrupto de la historia. Y no solo el más corrupto en cuanto a los montos robados, sino en relación con las diferentes actividades delictivas que adelantaban para llenar sus bolsillos. Para ilustrar esta última afirmación, basta mencionar el narcotráfico auspiciado y protegido por parte del llamado ‘Cartel de los Soles’; y el contrabando de gasolina que se adelanta con el patrocinio de la Guardia Nacional.
Pero posiblemente es en el ordeño de Pdvsa, la vaca en que convirtieron la otrora poderosa compañía estatal de hidrocarburos, en donde se adelantaron los mayores expolios a la nación. Venezuela, en esos 16 años, recibió centenares de billones de dólares por venta de crudo. Y buena parte de esos fondos fueron a parar a los bolsillos de los chavistas. Dentro de estos pícaros sobresale la figura de Rafael Ramírez, actual embajador de Venezuela en las Naciones Unidas, exministro de Energía y expresidente de Pdvsa. Don Ramírez es un ladrón, un ladrón de dimensiones no convencionales que haría palidecer de la envidia al señor Jordi Pujol, el padre de la Nación Catalana que durante su reino en la Generalitat se robó 115 millones de euros. Ramírez, cuya andanzas son reseñadas por el Wall Street Journal (Oct. 22/15), acompañado de sus familiares, se ha robado centenares de millones, posiblemente varios billones de dólares. Según el WSJ, Ramírez, quien es conocido como el ‘Señor de los Relojes’ por su proclividad de regalar en toda ocasión ‘Rolexes’ a amigos y empleados, exprimió a PDVSA sin compasión. No había contrato en el que don Ramírez no sacara tajada. Y dado que el principal, por no decir único ingreso de Venezuela es por venta de petróleo, don Rafael se enriqueció faraónicamente.
Los Kirchner en Argentina: Doña Cristina Fernández de Kirchner y su finado esposo, el inefable Néstor, son personajes tenebrosos. Han tratado de aparentar tener un pasado guerrillero, pero en realidad su principal actividad era como “chepitos”. Es decir, ejecutaban judicialmente a los deudores morosos, en especial a los de menores recursos.
Durante la década que regentaron el poder —don Néstor mientras que vivía, y doña Cristina— se dedicaron a formar y acrecentar su patrimonio personal. Esta fortuna, que hoy se tasa entre 50 y 100 millones de dólares, está representada en finca raíz en Calafate. Doña Cristina deja en pocas semanas la presidencia y asume el manejo directo de su inmensa fortuna.
Los Ortega en Nicaragua: Daniel Ortega y su familia durante décadas se han dedicado casi de tiempo completo a consolidar un imperio que empezó en la época en que los sandinistas se habían adueñado del poder.
No hay negocio con el Estado en Nicaragua que no tenga que pasar por los hijos o yernos de Daniel y su esposa Rosario. Hoy en día esta ejemplar familia está activamente involucrada en el llamado “Canal de Nicaragua”, empresa que supuestamente va a financiar y emprender el gobierno chino. De llegarse a hacer tan monumental obra, no albergamos la menor duda de que la familia Ortega va a ser la principal beneficiada.
Lula y Dilma en Brasil: Nada más ridículo que pensar que los únicos corruptos son los que pagan las coimas y no los que las reciben. Hoy en día están en la cárcel varios ejecutivos de las principales empresas contratistas de Petrobras, la empresa estatal petrolera. A estos empresarios se les acusa de pagar coimas representadas en sobreprecios. Lo que es absurdo es que son muy pocos los funcionarios de Petrobras que están bajo rejas. Dilma en esas época era la presidenta de la Junta Directiva de Petrobras. ¿Realmente no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando? ¿Lula, su jefe, tampoco sabía nada?