Este texto fue publicado por el argentino Elio Rossi en su blog:
Estimados colombians boys, calma. No los insultè. Para el “castellano-argentino-argento” INSULTAR es decir, por ejemplo: “la reputís…madre que te p…”; ó, también “la recalcada con…de tu hermana”.No uso insultos mientras trabajo.
Sé, no obstante, que como dijo el Negro Fontanarrosa, las malas palabras muchas veces no solo son las que mejor expresan una idea-sentimiento, sino que pueden constituirse derecho viejo en irreemplazables. Pero insultar por insultar, no. Menos trabajando, menos por televisiòn, radio o escribiendo. Sería la derrota del pensamiento.
Aplicable al fùtbol, malparido, para mi (hablarè por mì), es mala-leche; mal intencionado; golpeador; que quiere lastimar al adversario.
Me importa, quiero decirlo claramente (¡gracias FONTANARROSA!), me importa UNA MIERDA que camiseta lleve el sujeto en cuestiòn. Puede ser campeón del mundo y, además, argentino por poner un ejemplo. Cuando Oscar Ruggeri fue a quebrar a Josè Luis Félix Chilavert en cancha de Vélez jugando para San Lorenzo, actuò con la intenciòn descripta,Cuando Julián Camino sacó del partido a los 3 minutos al peruano Franco Navarro en las Eliminatorias del 86, también, Cuando Schumacher le metió la patada voladora a Battiston en la semi del Mundial de España en el 82 y casi lo saca del fùtbol, tuvo un acto criminal. Por más alemàn que sea.
Aleman, francès, italiano, vasco (¿se acuerdan de Andoni Goikoetxea a Maradona?), argentino o colombiano como Zúñiga, con su rodillazo sobre la espalda de Neymar en el mundial. Y con el “trabajo” sobre el crack brasileño de la otra tarde.
Todos los que pegan como los descriptos anteriormente, han tenido actitudes execrables. TODOS.
NO IMPORTA LA CAMISETA. NO IMPORTA LA NACIONALIDAD. Si importa que les quede claro a Uds, colombianos, que NO LOS INSULTÈ.
De haber sabido que MALPARIDO para vosotros, tiene un significado mucho más fuerte en el idioma de todos los dias, JAMÀS lo hubiese usado. Ofrece nuestra lengua numerosas posibilidades de sinónimos. Así que lamento el revuelo.
Más lamento la salida de Neymar de la Copa, que sirvió, además para que los infames viejos vinagres de la Conmebol (que están haciendo disputar una Copa por cuyos derechos de televisión se pagaron CIEN MILLONES DE DÓLARES EN COIMAS), se hagan los justicieros. Soy apenas un periodista con 30 y pico de años laburando de esto. En Corporaciones o como Free Lance.
No me siento el centro de la escena. Apenas opino. Y cada vez me da màs la sensaciòn de que opino agua tibia.Tan solo descripciones de conductas. Por eso AGRADEZCO infinitamente los llamados y las invitaciones de radios y canales para charlar sobre este tema. No siento que de para tanto. Lo digo con total sinceridad.
Se trata solo de una palabra (malparido) que tiene un valor en el sentimiento de una sociedad (la colombiana) y otro diferente para mi, cuando la usè en el contexto del fùtbol (mal) intencionado de Zúñiga. Espero, de corazón, que estas líneas sean aclaratorias. Fuerte abrazo y estaremos pendientes del juego del jueves.
Fuente: Blog Elio Rossi