En las últimas horas fueron encontradas fosas comunes en Argelia – Cauca, con por lo menos cinco cuerpos de seres humanos dentro de los cuales habría un menor de edad, víctimas de las que se dice habrían sido fusiladas por las disidencias de las Farc, más puntualmente por el frente Carlo Patiño, el cual opera en la región y esta bajo el mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, más conocido con el alias de “Iván Mordisco” y de quien el presidente Gustavo Petro, ha señalado que se encuentra aliado con sectores del narcotráfico para atentar contra su vida.
Pero más allá del hallazgo de estas fosas encontradas en el Cauca, lo que se estima es que en territorio colombiano todavía existen cientos de fosas comunes con víctimas del conflicto armado que ha desangrado al país por más de sesenta años, porque a pesar de la firma de paz con la otrora guerrilla de las Farc – EP, no ha sido posible terminar la guerra interna, así hoy muchos analistas consideren que no existe, pero la realidad muestra otra verdad a la que no se deben cerrar los ojos. Y es que una de las grandes deudas con la verdad, es que los grupos ilegales no han señalado plenamente donde fueron enterrados los cuerpos de sus víctimas que hoy se dan por desaparecidas.
Y es que esta fosa común es una más de las tantas que se encuentran en Colombia, y eso lo demuestran las estadísticas, ya que, en el mes de noviembre pasado, en el corregimiento El Ceral, del municipio de Buenos Aires – Cauca, se encontraron los cuerpos de cinco personas, tres mujeres y dos hombres, también arrojados en una fosa común. Podrá pasar mucho tiempo pero es justo que quienes causaron tanto dolor, no sólo estén hablando del perdón y la reconciliación, si no que demuestren con hechos y con verdades que sí les interesa cerrar el ciclo de dolor y angustia causada a las familias de las víctimas, por eso, por dignidad y en aras de la verdad, deben entregar los lugares o coordenadas donde siguen enterrados muchos colombianos que hoy son una cifra para los estudiosos de las desapariciones forzadas, pero que para sus familias son un pedacito de su corazón y ese ser que un día salió de su casa para no volver por culpa de una guerra sin razón.