Hace tan solo diez años la revista Cromos le dedicaba ediciones especiales al Concurso Nacional de Belleza. La revista asumía el costo que implica pagar una producción para hacer cientos de fotografías con las reinas en las Islas del Rosario, cerca a Cartagena. La separata, que era conocida como Minicromos, se volvió tradicional. Durante casi cuarenta años el Minicromos era la antesala del reinado que se desarrollaba durante las dos primeras semanas de Noviembre en la heroica. Sin embargo, con la pérdida de fuerza que ha tenido el reinado -como la misma revista Cromos- el Minicromos fue quedando relevado. En sus últimos años se convirtió en una simple separata o sección dentro de la revista. Su última edición se hizo en 2015.
Pareciera que todo lo relacionado con el reinado está condenado a desaparecer. Cada año el evento tiene algo "menos" que el anterior. El anterior fue que RCN, tras décadas de ser el canal del reinado, declinó su transmisión. La ceremonia de elección y coronación de la Señorita Colombia fue con una escenografía bastante modesta y se transmitió por canales regionales. Este año la noticia fue que el tradicional vuelo real, patrocinado por Avianca, ya no sucedería. Cada candidata debió llegar a Cartagena por sus propios medios. Atrás quedó la mediática despedida que se hacía desde el aeropuerto en Bogotá, desde donde había periodistas amontonados para captar cada detalle del vuelo real.
Por si fuera poco, la duración del reinado también es otro detalle a tener en cuenta. Hasta hace diez años el evento abarcaba dos semanas enteras. Empezaba el último sábado de octubre y abarcaba los dos puentes festivos de noviembre, para coronar el segundo lunes festivo de dicho mes. En esta ocasión el reinado dura tan solo una semana. Empezó el primer sábado del primer puente de noviembre y terminará el lunes festivo siguiente. Es decir, tiene una semana menos que antes. Patrocinadores como Palmolive o Leonisa, que en años pasados tenían espacios importantes, hoy brillan por su ausencia. Cada vez son más las marcas que dejan de ver en el reinado una plataforma para promocionar sus productos. Hoy día es más efectivo pagarle a un influencer a cambio de publicidad en redes sociales.
En los últimos tres años ha sido cuando el reinado ha perdido más fuerza. La última edición que se hizo en su fecha regular fue la de 2015, cuando salió ganadora la chocoana Andrea Tovar. De ahí en adelante hubo un desorden de reinas y fechas que nadie nunca entendió. En principio se dijo que Miss Universo -que también ha descuadrado sus fechas- había impuesto como requisito que no podían haber dos reinas electas de un mismo país. Por lo tanto, el reinado pasaría a celebrarse en marzo, cuando Tovar hubiese participado en él. Fue así como en 2016 no hubo reinado y en marzo de 2017 se corona a la cartagenera Laura González, quien va a Miss Universo a finales de ese mismo año y logra el segundo lugar. En 2016 y 2017 Cartagena vivió dos temporadas de fiestas novembrinas en las que se demostró que el reinado nacional no hacía falta.
En 2018 hubo algo nunca antes visto. Laura González terminó sus actividades oficiales como Miss Colombia en marzo. A partir de ahí fue como si el título quedara vacío. En septiembre se hizo un reinado exprés en Medellín con el apoyo de RCN para elegir a la representante de Colombia a Miss Universo 2018 que sería en diciembre. Se coronó a la caleña Valeria Morales. Luego, en noviembre se volvió a hacer el tradicional reinado en las fiestas novembrinas de Cartagena. Se coronó a la también caleña Gabriela Tafur, quien desde entonces ha reinado como Señorita Colombia 2018.
Pero el mal rato del Miss Colombia no es único en eventos de su género. Sin ir muy lejos el Miss Venezuela, uno de los pocos reinados en el mundo que era comparable al que se realizaba en Cartagena, también viene de capa caída. No solo la crisis del vecino país, que tiene siete Miss Universos, afectó al concurso. El año pasado un escándalo que involucraría reinas, prostitución y gobierno lo convirtió en noticia. Por si fuera poco, Osmel Souza, hombre al que se le atribuyen los triunfos de Venezuela en cuanto reinado existe, renunció después de 40 años en su dirección. Miss Universo también vive su peor momento. El reinado internacional, que se celebraba tradicionalmente en verano norteamericano, ha pospuesto su celebración cada año hasta llegar a celebrarse en diciembre o enero como actualmente sucede. A los organizadores, que en el pasado cobraban hasta 5 millones de dólares al país que quisiera albergarlo, ahora les cuesta encontrar sede y por lo general terminan haciéndolo en algún lugar de Estados Unidos.
Solo hay que ver que hasta la década pasada quien resultara electa Señorita Colombia se convertía en uno de los personajes más conocidos del país. Ha resultado bastante paradójico que justo cuando Colombia viene de una racha soñada en Miss Universo -después de una reina, dos virreinas y una princesa en cuatro años consecutivos-, la cual no se tuvo ni cuando el evento paralizaba al país, el reinado cada vez nos importa menos. Salvo por Paulina Vega y Ariadna Gutiérrez -quienes protagonizaron hechos excepcionales- de las últimas reinas no se conoce mucho. El colombiano de a pie no sabe quienes son Andrea Tovar ni Valeria Morales. Laura González, pese a haber logrado el mismo lugar que Taliana Vargas o Paola Turbay, no tiene mayor resonancia en medios pese a ser actriz formada. El reinado ya ni sirve para volver famosa a una reina.