El siete de mayo de 2013 se conmemoró el inicio del paro agrario del año pasado, para este año todo debería estar arreglado entre el gobierno, agricultores y campesinos, desafortunadamente la realidad es otra. Campesinos y agricultores, encabezados por Dignidad Agropecuaria se encadenaron durante tres días seguidos para llamar la atención y pedirle al gobierno nacional en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos y el Ministro de Agricultura Ruben Lizarralde, que les cumplan los acuerdos pactados el año pasado durante el primer paro.
Varias personas han comentado sobre el paro agrario actual, en donde aseguran que es un grupo pequeño de agricultores y campesinos que no se dejan comprar ni chantajear por el gobierno, es pertinente aclarar que el paro actual no está débil y mucho menos es pequeño, lo que sucede es que a diferencia del año pasado, para este paro actual, los enfrentamientos con pérdidas humanas han disminuido, pues se quiere evitar el choque directo e indirecto con la fuerza pública, ya que las armas de los campesinos y agricultores son las semillas y la tierra, mientras que las armas del Estado son el ESMAD y los tanques de guerra que atraviesan en las carreteras, como si se tratase de un enfrentamiento con un grupo al margen de la ley.
El paro agrario no es de un partido político ni de izquierda ni de derecha como tampoco de ninguna figura pública o personaje político, es de los campesinos y agricultores. Es desafortunado el sesgo de opinión que crean algunos periodistas nacionales pertenecientes a cadenas como Caracol y RCN, en los cuales clasifican a los campesinos de estar influenciados por grupos políticos, y en ciertos casos han llegado a decir que éste paro está auspiciado por la guerrilla, cosa que es totalmente falsa, como se dice comúnmente “más falso que una moneda de cuero”, pues los grupos al margen de la ley no viven de cultivar papa o tomate, viven del cultivo de drogas ilícitas, o para el caso de los partidos políticos, como las figuras públicas, no son los que cultivan la papa, el tomate, la zanahoria, la cebolla, el café, los que producen la panela, el cacao, etc, son los campesinos y agricultores, quienes no pueden hacer dicha labor mejor, pues son los más capacitados y expertos en el tema, pero su producción y sus cultivos se están viendo perjudicados por la gran cantidad de dinero que deben emplear en insumos, los créditos que deben pagar, las afectaciones de los tratados de libre comercio gracias a la internacionalización de la economía, etc. Colombianos, deberían preguntarse si periodista de cadenas como Caracol o RCN, no de los reporteros, si no de los que dicen ser analistas políticos sin serlo, ni tener el título que los certifique, que hablan en términos de chismes de cafetería, que pongan con sus afirmaciones en peligro a los líderes campesinos, o que dichos periodistas se encontrasen en una posición cómoda en la sociedad, que tengan amistades en la élite, realmente les va a importar defender y visibilizar las problemáticas del campo, en lo que a mí respecta no, pues por el contrario, cuando los campesinos protestan reflejan que algo está fallando en la sociedad, en un país como el nuestro, en donde la democracia se deja en comillas, la democracia simplemente es un disfraz, y los periodistas lo único que hacen es decir “los del paro son los que mando la guerrilla” o “los del paro son los que quieren impedir la reelección de Santos”.
En los últimos tres días alrededor de 20 líderes campesinos de las diferentes dignidades y sectores agropecuarios del país, se encadenaron en la Plaza de Bolívar para hacer un llamado desesperado tanto a la opinión pública como al gobierno nacional, para que de manera urgente implementen los acuerdos pactados el año pasado, pues el que el gobierno diga “llegamos a un acuerdo con los agricultores y campesinos”, no es garante de que dichos acuerdos se lleven a cabo como lo que en efecto a pasado, que hay muchas firmas y papeles pero de implementación de dichos acuerdos no hay más que una intensión que no se materializa y por el contrario perdura en un papel sin poder efectuarse.
Muchos sectores de la sociedad civil se han manifestado acerca del paro agrario, unos a favor y otros en contra, y una tercera parte se muestra indiferente ante esta grave situación.
El paro agrario no se hizo con el fin de dañar la reelección del candidato presidente Juan Manuel Santos, o la elección de algún candidato en especial a la presidencia, simplemente coincide en un momento de elecciones, la diferencia está en que si algún candidato gana o pierde, no va a tener crisis económica ni va a tener que hipotecar y/o vender sus bienes para pagar deudas, mientras que a los campesinos sí les va a tocar, o de por sí que ya está sucediendo esta grave situación.
Es muy reconfortante ver a las universidades mayoritariamente públicas en diferentes zonas del país apoyando el paro agrario por medio de diferentes actividades, como los cacerolazos, sin embargo el apoyo a nuestros agricultores y campesinos debería ser de todos los sectores de la sociedad, pues a diferencia de otras protestas, todos los colombianos dependemos directamente de los alimentos que producen los agricultores y campesinos de nuestro país para subsistir. Pocas son las personas que apoyan y colaboran tanto al paro agrario como a los agricultores y campesinos.
Hay que realizar un reconocimiento público a todos los agricultores y campesinos, que pese al poco cubrimiento que le han dado al paro los medios nacionales como Caracol y RCN, nuestros agricultores y campesinos han persistido, se han mojado, han acampado encadenados durante tres días seguidos en diferentes plazas públicas del país, aguantando diferentes necesidades, les han violado sus derechos por parte del gobierno, han sido objeto de asesinatos en ciertos casos en el Huila y en Santander, o mientras protestan pacíficamente el ESMAD comete el error y el horror de recibirlos en algunos casos a tiros, y son nuestros agricultores y campesinos, no paramilitares ni guerrilleros, hasta qué punto el gobierno quiere silenciar la lucha de los campesinos, ocultar los problemas del país, con el fin de conseguir su dichosa reelección, esa es la paz que tanto quieren o será un juego de doble moral?
Las acciones colectivas de los campesinos como lo son las manifestaciones pacíficas, los encadenamientos en plaza pública, se dan con el único fin de que el gobierno les cumpla lo que han firmado desde el año pasado.
Nuestros agricultores y campesinos no se manifiestan por deporte, ni porque quieren dejar de trabajar y dejar de alimentar a sus familias, se manifiestan porque ha llegado el punto en que si no hay una solución de verdad por parte del gobierno en donde se cambie el modelo agrario actual, los agricultores y campesinos deberán dejar de producir los alimentos, pues no tienen con que producir, ni con que financiarse, y esto es culpa de los malos enfoques que distintos gobiernos le dieron a la economía y a la agricultura, en su afán de desarrollo.
No es justo con nuestros agricultores y campesinos, que nadie se solidarice con ellos, pues su lucha es nuestra lucha por una sencilla razón, ellos producen los alimentos que nosotros consumimos.
Los alimentos sintéticos y químicamente modificados en laboratorios traídos a nuestro país por los tratados de libre comercio, no alimentan ni sirven de nada, es como sí una papa cultivada de manera natural en el campo, fuera creada en un laboratorio químico, alterando todos sus patrones y propiedades.
Por último invito a todos los sectores del país, niños, estudiantes, profesores, profesionales, etc, a que apoyen este paro agrario, puede que no les afecta directamente a ustedes, pero tiene repercusión indirecta a largo plazo y de una u otra manera los afectará. Pueden ayudar a nuestros agricultores y campesinos aportando, bien sea con su apoyo en redes sociales, contando lo que está pasando con el paro en sus respectivos entornos sociales, como apoyar las movilizaciones y ayudar en ciertos temas que puedan desconocer tanto agricultores como campesinos, y que ustedes puedan saber y ayudarles.
Twitter: JUANCAELBROKY
