Aunque mucha gente está volteando el voto para donde Rodolfo Hernández, al viejito no le va a alcanzar para llegar a segunda vuelta. Y esto lo digo sin mayor fanatismo, porque por Rodolfo solo siento simpatía en tanto que esos tipos explosivos, procaces e impulsivos me representan. Pero no, al viejito no le va a alcanzar porque sus votantes tienen unos rasgos comunes.
Los votos de Rodolfo son, esencialmente, los de su región, los Santanderes, y los de muchos votantes de derecha que hoy sienten vergüenza por todo lo que el uribismo representa o desencanto por el tibio centro de Fajardo. Y como el uribismo ya no enamora y como Fajardo ni truena ni suena, los votos del viejito Rodolfo han venido aumentando semana tras semana.
Rodolfo se ha llevado también unos votos —no tantos— de Petro, pero este aún mantiene su cosecha de electores por encima del 40 % de intención de voto. La distancia entre Petro y el segundo estará por encima de dos millones y medio de votos, tal como pasó en la consulta de marzo.
Pero voy al punto. ¿Por qué digo que a Rodolfo no le alcanza para llegar a segunda vuelta? Por la misma razón que no le alcanzó a Fajardo hace cuatro años. Por aquel entonces Fajardo se olvidó de que una elección se gana conquistando votos en todas las regiones, y en las sumas y restas que se hace entre una región y otra, se llega a segunda vuelta y de allí a la presidencia.
Los votos de Fajardo salieron unos —muchos— de Bogotá, otros de Antioquia, aunque allí ganó Duque, y otros del Pacífico. Pero en el Caribe estuvo lejos, muy lejos de los votos de Petro y Duque. Y se quedó fuera del balotaje por escasos 180.000 sufragios.
Así está Rodolfo: robando voticos de aquí y de allá. Votos libres, hay que decirlo. Votos desideologizados, también es cierto. Votos sin maquinaria, por supuesto. Pero se está olvidando de dos cosas importantes: Antioquia y el Eje Cafetero. Y ambas regiones están, en mayoría, con Federico Gutiérrez.
El paisa vota paisa. Y no hablo de las capitales, donde la brecha entre Gutiérrez y Petro no será tan amplia y donde, con seguridad, Rodolfo tendrá votaciones sorprendentes. Hablo de los cientos de pueblos que hay en Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda. Esos pueblos van a votar por Fico sí o sí. Y esa gente no ha sido tocada, seducida, por el viejito Rodolfo.
A esa gente le importa un pito la lucha contra la corrupción; ellos quieren en el poder a uno de los suyos. Y por eso van a votar por Federico Gutiérrez a pesar de ser un mal candidato, un tipo que no enamora, que no atrae, que no se impone como los otros paisas.
No, el viejito Rodolfo no va a pasar a segunda vuelta porque en este país la vida es, como dice una canción del Caribe, un columpio en que todo va y viene. Ya le pasó a Mockus, ya le pasó a Fajardo. Ya le pasará al viejito.
Pd. También con Fico están la maquinaria de las castas regionales que, aunque en las presidenciales no son tan contundentes, pondrán sus votos y el montón de ganaderos que apenas buscan defender sus propios intereses económicos.