El último que decidió pegarle al ídolo fue Freddy Rincón, el mismo que se arrugó en Estados Unidos 1994 cuando, después de haber ido a donde un brujo en Buenaventura, le recomendaron no meter mucho la pierna en el mundial porque los astros decían que podría sufrir una fractura. Si, Freddy Rincón dice que James Rodriguez le falta compromiso. Hasta Salud Hernández, sin ninguna prueba, se ha atrevido a hablar mal del colombiano, a decir que es que le gusta mucho la noche madrileña al igual que tantos otros periodistas. Lo peor es que el técnico nacional, el portugués Queiroz, también se ha unido a la caterva de destructores. ¿Cómo no lo va a defender de lo que dijo Javier Hernández Bonnet de que sólo vendría a la selección si es titular?
James es el mejor jugador de nuestra historia, fue goleador de un mundial, fue ídolo del Real Madrid y del Bayern, además siempre que se pone la camiseta de la selección rinde e, incluso, su problema con el Madrid fue sólo por querer jugar un partido amistoso contra el Perú donde salió lesionado. Es un insulto la maldita desconfianza que se le tiene, las ganas evidentes de tabloides por verlo hundirse.
Si, es seguro que, como dice Mister Chip, el problema de James sea James mismo pero ¿alguien tiene una foto de James enfiestado? ¿Le ha pegado una patada a un bus borracho como hizo Asprilla en los noventa? El profesionalismo de James no puede compararse con el que tenían Rincón y sus compañeros, la peor presentación de James y su equipo en un Mundial fue en Rusia, jugaron cuatro partidos, ganaron 2, empataron 1, perdieron 1. Rincón, en su mejor mundial, el del 90, ganó 1, empató 1 y perdió 2. No hay comparación.
Necesitamos respaldar y rodear a James que sigue siendo nuestro orgullo nacional, gracias a él ya no nos reconocen por ser los paisanos de Pablo Escobar sino porque nacimos en el mismo país del hombre que hizo uno de los mejores goles de los mundiales, este que todavía seguimos gritando