El periodista Herbin Hoyos falleció en la Clínica Shaio de Bogotá. Desde el 20 de enero emprendió una batalla contra un agresivo Covid. Lo acompañaron miles de colombianos a quien él se entregó durante años en 'Voces del Secuestro', el programa radial que fue para tantas personas secuestradas el único contacto con sus familiares.
Herbin sabía del drama que se vivía en la selva. En 1994 cuando las Farc lograron gran poderío en el gobierno, fue literalmente sacado de la cabina Caracol en donde trabajaba. Permaneció secuestrado 17 días en un campamento guerrillero en la zona rural del Tolima en donde compartió cautiverio con Nacianceno Murcia a quien le debe la idea de Las Voces del Secuestro. A Herbin le llamó la atención sobre la indiferencia de los periodistas con los secuestrados. Un comentario que lo tocó en el fondo, que lo volvió un compromiso de vida desde que su liberación por parte del Ejército el 10 de abril de ese año. Le entregó el micrófono a los familiares de los secuestrados, solo con eso se supo que habían 200 colombianos en manos de las Farc.
Su rabia contra la guerrilla y el rechazo visceral a ese horrendo crimen nunca la disimuló sino que fue su motor de acción. Desde su micrófono nunca se cansó de estimular acciones de repudio como el abucheo y la protesta furiosa que organizó contra Timochenko cuando como candidato del Partido Farc le dio por recorrer las calles de Armenia.
El llamado siguiente fue a hacer un plantón frente al Consejo Nacional Electoral para protestar contra las curules producto del Acuerdo de Paz que le iban a ser entregadas a los guerrilleros. Hoyos se interesó en el tema de los derechos humanos desde que estudiaba periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Realizó cursos en Europa Oriental sobre cubrimiento de guerra, casi siempre de la mano de la ONU.
Logró una entrevista exclusiva con Yasser Arafat en el 2002, y en su recorrido por el Medio Oriente conoció a quien se convertiría en su esposa, pero de quien se separó años después, ya en Colombia. Conoció la condición de estar secuestrado cuando un grupo paramilitar de Chechenia se lo llevó mientras cubría la guerra. En esa ocasión fue además torturado.
Los momentos de encuentro entre los secuestrados y sus familias en Las Voces del Secuestro eran un momento emocional que todos recuerdan con agradecimiento hacia el periodista. No diferenciaba las circunstancias del secuestro si se trataba de móviles económicos o políticos y esas voces sirvieron también de presión para que la opinión pública se movilizara masivamente contra el secuestro en las grandes marchas del año 2000 las cuales sirvieron de presión para que Manuel Marulanda accediera a liberar a los secuestrados.
El país recuerda la presencia persistente de Yolanda Pulecio de Betancur enviándole mensajes a Ingrid, y los familiares de los secuestrados de la Asamblea del Valle, a Alan Jara y tantos otros. Quienes lograron sobrevivir al cautiverio no dudaron en llegar hasta la cabina a agradecerle a Hoyos.
En el 2008, en el pico de su fama, promovió una caravana de motos por la liberación de los secuestrados en Europa. Las Farc quisieron secuestrarlo nuevamente y decidió entonces irse al exilio, se instaló en Madrid y desde allí hizo realidad la caravana que llegó hasta Roma, donde lo recibió el Papa Ratzinger.
La última decisión de la JEP de declarar responsables a las FARC por el secuestro y la aceptación por parte de la guerrilla, un momento clave en la justicia transicional para que la cúpula y los guerrilleros rasos respondan, cogió a Herbin en la batalla por su vida en la UCI de la Clínica Shaio a donde le llegaron centenares de mensajes y cadenas de oración. Tras un mes de su lucha, perdió la batalla contra el virus pero su valentía y lucha para visibilizar la situación de los secuestrados en el país quedará intacta.